El mayor número se produce en Colombia, seguido de México
Como ya viene siendo una dolorosa costumbre, el continente que posee casi 50 por ciento de los católicos que hay en el mundo es el que encabeza la lista de asesinatos de agentes de pastoral, especialmente de sacerdotes. Colombia y México siguen liderando este triste renglón de sangre.
Como cada primero de enero, la Agencia Fides publicó el resumen de sus informes sobre agentes de pastoral asesinados en el mundo. En 2013 fueron 22 los agentes de pastoral asesinados –mayoritariamente sacerdotes–, 80 por ciento más que en 2012, cuando fueron asesinados 13 agentes de pastoral. A los 22, hay que sumar el asesinato en la madrugada del 1 de enero de 2014 del Padre Eric Freed, párroco en Eureka, California, con lo que Estados Unidos se anexa a la lista de los asesinatos del propio continente americano.
En total, en 2013, Fides informa que murieron de forma violenta 19 sacerdotes, una religiosa y dos laicos. En América han sido asesinados 15 sacerdotes (siete en Colombia; cuatro en México; uno en Brasil; uno en Venezuela; uno en Panamá y uno en Haití); en África han sido asesinados un sacerdote en Tanzania, una religiosa en Madagascar, una laica en Nigeria; en Asia han sido asesinados un sacerdote en India y uno en Siria; un laico en las Filipinas; en Europa ha sido asesinado un sacerdote en Italia.
Aumentan los robos con violencia
“Ojeando la poca información que se consigue recoger sobre los agentes pastorales que han perdido la vida en 2013, una vez más, se observa que la mayoría de ellos fueron asesinados como resultado de intentos de robo o hurto, y en algunos casos agredidos con ferocidad, una señal del clima de decadencia moral, de pobreza económica y cultural, que genera violencia y desprecio por la vida humana. Todos vivían en estos contextos humanos y sociales, realizaban la misión de proclamar el mensaje del Evangelio sin hacer actos sensacionales, sino dando testimonio de su fe en la humildad de la vida cotidiana”, dice el boletín de Fides.
Esto es particularmente cierto en los casos de Colombia y de México. Por los menos en el 90 por ciento de los casos que Aleteia reportó el año pasado, el “móvil” del asesinatos fue robar a los sacerdotes las limosnas o los pocos objetos de valor que poseían. .
El resumen que da Fides de cada caso en América Latina –15 sacerdotes asesinados: 7 en Colombia; 4 en México; 1 en Brasil; 1 en Venezuela; 1 en Panamá; 1 en Haití—confirma la escalada de violencia y sinsentido por la que atraviesan pueblos profundamente católicos. En México, muertes como la del Padre José Flores Preciado, tras una paliza recibida por unos desconocidos al ser descubiertos mientras trataban de robar en la iglesia donde celebraba misa y confesaba; o las dos últimas de los padres Hipólito Villalobos Lima y Nicolás De la Cruz Martínez, en un poblado de la Diócesis de Tuxpan, al ser asaltados en su casa, dan idea de la saña con que se están conduciendo los delincuentes, la mayor parte de ellos vinculados a bandas que se dedican a traficar droga.
De acuerdo con la información proporcionada por Fides, entre 1980-1989 fueron asesinados violentamente 115 agentes de pastoral; los años 1990-2000 murieron un total de 604, entre ellos el cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo. En los años 2001-2012 el número total de agentes pastorales asesinados es de 294.