La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
La situación humanitaria empeora en Sudán del Sur. En la última semana han muerto más de mil personas a causa de los enfrentamientos entre los rebeldes, fieles al ex vicepresidente Riek Machar, y el ejército de Juba, informó Radio Vaticano.
El jefe del Estado, Salva Kiir, anunció este lunes una vasta contraofensiva en la ciudad de Bor, que los milicianos acababan de conquistar. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció la posible adopción de medidas para detener la violencia.
Mientras tanto, se multiplican los llamamientos de los líderes de las iglesias cristianas a la paz y la reconciliación en Sudán del Sur, y la ONU y varios países extranjeros proceden a evacuar a su personal y sus ciudadanos del país en medio de un violento enfrentamiento entre facciones rivales de las fuerzas armadas.
El ataque a la base de la ONU en Akobo, al este de Sudán del Sur, en el que tres Cascos azules de la India perdieron la vida, ha acelerado la repatriación de los extranjeros.
Para evitar que la lucha entre el presidente Salva Kiir y el ex vicepresidente Riek Machar haga precipitar al joven Estado en una espiral de conflicto étnico, varios obispos católicos y de otras confesiones cristianas han denunciado la manipulación de la etnicidad con fines políticos, informó la agencia Fides.
Según cuanto afirma el Sudan’s Catholic Radio Network, Monseñor Erkulano Lodu Tombe, Obispo de Yei, ha lanzado un llamamiento a los soldados de los cuarteles locales para evitar que den seguimiento a la voz de algunos políticos que inculcan confusión y división en la mente. Esto fue repetido por el obispo Elías Taban, Obispo de la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Yei, quien dijo que “algunos traidores de Sudán del Sur tienen la intención de promover el tribalismo para dejar al país en el subdesarrollo”.
Los líderes religiosos cristianos también han escrito una carta conjunta, donde se describen a sí mismos como “miembros nativos de las comunidades dinka y nuer”, los obispos y todo el clero, dicen “identificarse a sí mismos no como representantes de las tribus o confesiones , sino como líderes y representantes de la Iglesia y el Cuerpo de Cristo”.
Expresando pesar por la violencia en Juba y en el estado de Jonglei, los redactores de la carta de afirman “condenar y corregir las afirmaciones de los medios de comunicación que afirman que la violencia se deriva de un conflicto entre las tribus Dinka y Nuer. Lo que esta ocurriendo no debería ser descrito como un conflicto étnico. Se trata de diferencias políticas entre el Sudan People’s Liberation Movement Party , y los líderes políticos de Sudán del Sur”.
Los líderes religiosos denuncian los episodios de asesinatos en base al origen étnico y hacen un llamamiento a los políticos a dejar de incitar a la violencia y en lugar de ello trabajar por la paz y la reconciliación.