El Santo Padre improvisa: “Que todas las familias del mundo puedan tener una casa digna”El Santo Padre durante su intervención se fijó en la presencia de una pancarta que decía: "Los pobres no pueden esperar". "Leo escrito grande: 'Los pobres no pueden esperar', y es verdad. Esto me hace pensar que Jesús nació en un pesebre. No nació en una casa". Papa Francisco realizó el siguiente llamamiento: “Invito a todos, personas, entidades, autoridades, a hacer todo lo posible para que todas las familias del mundo puedan tener una casa digna”.
Queridos hermanos y hermanas:
En este cuarto domingo de Adviento, el Evangelio narra los acontecimientos que condujeron hasta el nacimiento de Jesús y el evangelista Mateo lo presenta desde el punto de vista de San José, la virgen desposada de José y María que vivía en Nazaret.
María, después de acoger con satisfacción el anuncio del ángel se quedó embarazada por medio del Espíritu Santo. Cuando José se da cuenta de este hecho, se quedo perplejo. El Evangelio no explica cuáles fueron sus pensamientos, pero nos dice lo que es esencial: que se haga la voluntad de Dios. En lugar de defender y hacer valer sus derechos, José elige una solución que le supone un sacrificio enorme: porque era hombre justo y no quería acusarla públicamente, decidió repudiarlo en secreto.
José pretende hacer la voluntad de Dios y decide, con gran tristeza, decir adiós a María en secreto. Nosotros debemos meditar sobre estas palabras. Una prueba similar al sacrificio de Abraham, cuando Dios le pidieron a su hijo Isaac: dar lo más preciado, la persona más querida.
Pero, como en el caso de Abraham, el señor interviene: encontró la fe y se abre de una manera diferente, una forma de amor y felicidad: “José – le dice – no tengas miedo de llevar María. El niño que se crió en ella es del Espíritu Santo "(Mt 1,20).
Este Evangelio nos muestra toda la grandeza de la mente de San José. Estaba siguiendo un plan de buena vida, pero Dios le dio otro diseño, una misión más grande. José fue un hombre que siempre escuchó la voz de Dios, será un hombre atento a los mensajes que llegaron desde las profundidades del corazón y del cielo. No es terco para seguir su proyecto de vida y no permitió el rencor. el veneno del alma. Y así llegó a ser aún más libre y grande, aceptándose según el diseño del Señor, José es plenamente sí mismo más allá de sí mismo. Esta libertad para renunciar a lo que es suyo, a la posesión de su propia existencia y su disponibilidad total dentro de la voluntad de Dios, nos muestra el camino.
Tenemos que celebrar Navidad contemplando a María y José, María, la mujer llena de gracia que tuvo el coraje de confiar totalmente en la palabra de Dios; José, fiel y justo quien prefirió creer al Señor en vez de escuchar las voces de la duda y del orgullo humano. Con ellos, caminamos juntos hacia Belén.