Entrevistamos al cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, sobre sus impresiones acerca de la Exhortación pastoral Evangelii Gaudium.
– La Evangelii Gaudium ha roto los esquemas de mucha gente. ¿Se esperaba un texto papal así?
Es un texto muy propio del estilo del Papa Francisco al cual nos tiene ya gratamente acostumbrados. Conviene observar que la Evangelii gaudium es una exhortación apostólica, pero no se la titula postsinodal. Así lo ha querido expresamente Francisco, ya que el documento pontificio, si bien recoge los contenidos de las propuestas aprobadas por el Sínodo de los Obispos de octubre de 2012, es más amplio.
En algunos aspectos ha sido una sorpresa y en otros no porque contenidos del documento y su estilo es el del Papa Francisco que ha llegado ya al corazón de muchísimas personas. Estamos viviendo en la Iglesia una auténtica primavera y llegarán frutos abundantes.
– ¿Le inspira para escribir exhortaciones pastorales en esta línea?
Procuro inspirarme. El estilo de Francisco es muy propio y sus contenidos muy ricos. Lo digo con satisfacción, esto de salir e ir a las periferias, lo he dicho y escrito de hace tiempo, dada la realidad de nuestras sociedades de la Europa occidental. Nuestro Plan Pastoral 2011-2015 está plenamente en esta línea de la conversión misionera, de una Iglesia evangelizadora y misionera, en salida.
Ya Benedicto XVI potenció la evangelización creando un nuevo dicasterio en la curia romana para la promoción de la nueva evangelización. La Iglesia ha de seguir las directrices de reforma indicadas e iniciadas por el Papa Francisco y la clave de la reforma es la conversión y la dimensión misionera.
– ¿Qué aspecto le ha tocado personalmente más de cerca?
Hay muchos contenidos del documento que me han impactado. Pienso que se trata de un documento programático de su pontificado y para toda la Iglesia. Me ha impactado su coherencia y su espíritu de reforma proponiendo como criterio de la auténtica reforma eclesial la misión propia y esencial de la Iglesia que es la evangelización, porque como ya nos dijo claramente Pablo VI, la Iglesia existe para evangelizar.
– El Papa lo tiene clarísimo, de hecho sus reformas van en esta línea.
Todo lo que ayude y contribuya a la evangelización hay que conservarlo y potenciarlo, mientras que aquello que dificulte la evangelización en la organización de la Iglesia hay que reformarlo. No olvidemos que la Iglesia “semper reformanda est”.
– ¿Qué le diría al Papa si le preguntara, de hermano obispo a hermano obispo, su parecer sobre este escrito?
En la larga audiencia privada que me concedió el 6 de septiembre, me dijo que ya había terminado la Exhortación Apostólica, y me comentó que había dedicado un capítulo a la homilía. Le agradecí la premura en preparar el documento y este capítulo muy importante.
Después de leer la Exhortación le he dicho “muchas gracias” por el documento, por su contenido y su estilo. Muchas gracias por la orientación misionera y evangelizadora que ha de tomar la Iglesia en todos los estamentos e instituciones; muchas gracias por desear una Iglesia pobre para los pobres y dedicar un capítulo a la dimensión social de la evangelización, hablando de la inclusión de los pobres.
Pienso que hemos de agradecer a Dios que nos haya dado al Papa Francisco en estos momentos en que era necesario que la Iglesia recuperara su autoestima por el trabajo que está realizando y debe realizar en el mundo y por el mensaje de amor, misericordia, compasión, ternura y perdón que lleva en sus entrañas y desea ofrecer a toda la humanidad.
Hoy celebramos a...