Análisis del Primer Mensaje por la Paz del Papa Francisco
En su primer mensaje para la Jornada Mundial de la Paz el Papa Francisco sostiene que no habrá paz en la tierra sin justicia, y no habrá ni paz ni justicia sin fraternidad. Pero tampoco habrá fraternidad ni paternidad: “La fraternidad está enraizada en la paternidad de Dios. No se trata de una paternidad genérica, indiferenciada e históricamente ineficaz, sino de un amor personal, puntual y extraordinariamente concreto de Dios por cada ser humano”.
El no considerarnos todos los hombres hermanos, hijos de un mismo Padre, nos ha llevado a este rosario de iniquidades:
1.
la persistente vergüenza del hambre en el mundo
la persistente vergüenza del hambre en el mundo
2.
las múltiples formas de corrupción,
las múltiples formas de corrupción,
3.
la formación de las organizaciones criminales,
la formación de las organizaciones criminales,
4.
el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran,
el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran,
5.
la devastación de los recursos naturales y la contaminación,
la devastación de los recursos naturales y la contaminación,
6.
la tragedia de la explotación laboral,
la tragedia de la explotación laboral,
7.
el blanqueo ilícito de dinero y la especulación financiera, que exponen a la pobreza a millones de hombres y mujeres;
el blanqueo ilícito de dinero y la especulación financiera, que exponen a la pobreza a millones de hombres y mujeres;
8.
la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes,
la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes,
9.
la abominable trata de seres humanos,
la abominable trata de seres humanos,
10.
los delitos y abusos contra los menores,
los delitos y abusos contra los menores,
11.
la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo,
la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo,
12.
la tragedia de los emigrantes con los que se especula indignamente.
la tragedia de los emigrantes con los que se especula indignamente.
13.
las condiciones inhumanas de muchas cárceles.
las condiciones inhumanas de muchas cárceles.
14.
Y la globalización de la indiferencia, que nos habitúa al sufrimiento del otro.
Y la globalización de la indiferencia, que nos habitúa al sufrimiento del otro.
Pocos pondrían en duda este elenco del horror que desvela el Papa Francisco, pero no todos tienen claro que sólo el amor dado por Dios nos permite acoger y vivir plenamente la fraternidad, que “no podemos dejar de constatar que los acuerdos internacionales y las leyes nacionales, aunque son necesarias y altamente deseables, no son suficientes por sí solas para proteger a la humanidad”, y que ante todo esto es necesario que la fraternidad sea “descubierta, amada, experimentada, anunciada y testimoniada” desde “una conversión de los corazones que permita a cada uno reconocer en el otro un hermano del que preocuparse, con el que colaborar para construir una vida plena para todos”.