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Sí, que pasa: Soy amo de casa

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Alvaro Real - publicado el 05/12/13
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Espectacular aumento en España de los hombres que se dedican a las labores del hogar

Más de 445.000 hombres se dedican a las labores del hogar, según datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2013. Desde el año 2007, los hombres dedicados a las tareas domésticas han aumentado desde los 290.300 en 2007 hasta los 445.200 actuales, mientras que las mujeres en tareas domésticas han disminuido en el mismo periodo hasta los 3.760.400. La proporción aún sigue siendo mucho mayor en el caso de la mujer, pero año tras año los porcentajes se van acercando.
Uno de estos casos es el de Pedro Caballero, que explica: “Creí que la que tenía mejor trayectoria era mi mujer y entonces decidí que ella tirara hacia adelante con la carga económica de la familia y que yo me quedaría con la otra parte, la de la casa, la familia y la economía doméstica” y muestra cómo “el sector femenino es el primero que te apoya, porque como siempre es algo que ha estado relegado al ámbito femenino, el que un hombre tome esta decisión les hace ver que la sociedad está avanzando”.
Para todos ellos ha creado una página web en la que enseña, desde cómo hacer unas lentejas hasta trucos sobre viajes, o cómo arreglar un pinchazo. Una página web sobre trucos del hogar, hecha para hombres. Para aquellos que deciden quedarse al cargo de las cargas familiares y para los que comparten sus tareas porque hombre y mujer trabajan fuera del hogar.
Durante años el “amo de casa” podría ser mal visto por una sociedad acostumbrada al hombre en el trabajo y la mujer en casa. La crisis económica o el cambio generacional ha destrozados estos “prejuicios”. Cada día es más común ver a los hombres “cargando” el carro de la compra en un supermercado y escucharles hablar, no ya sobre cuestiones que se habían considerado como “clichés” masculinos (futbol, automóviles…), sino también sobre cómo planchar, cómo cocinar o como solventar pequeños problemillas domésticos.
El “amo de casa” de antes permanecía escondido, ahora lo muestra con orgullo. “Las tareas domésticas son muy pesadas, hay que decirlo, pero también son una oportunidad de tener autonomía personal. Es decir, yo estoy con una persona no porque necesite las camisas o me friegue los platos o el suelo y haga la comida, sino porque quiero, me apetece y estoy muy bien con ella”, explica Juan José Compairé en un programa especial de la televisión pública española.
La actual situación económica, los recortes sociales y las cargas del cuidado de los dependientes están obligando a muchos hombres parados a hacerse cargo del hogar. Son los parados de larga duración del sector de la construcción o con baja cualificación. Juan José Compairé va mucho más allá y defiende la corresponsabilidad, que el aumento de “amos de casa” no sea por obligación o “porque no nos quede más remedio” sino por un cambio interior del hombre: “Hagámoslo por autonomía personal y por tener mejor relación con nuestra pareja”.
¿Realmente se está dando un cambio generacional?
El número de personas inactivas que muestran dedicarse a las labores del hogar ofrece un amplio ascenso en los más jóvenes, mientras que se mantiene sin apenas variación en las franjas de edad más mayores.
Por ejemplo, de 16 a 19 años, la población masculina que se dedica a las labores del hogar ha pasado de 10.400 en el segundo trimestre del año 2012 a 68.300 en los últimos datos ofrecidos por el INE; de 20 a 25 años aumenta de 15.000 a 55.400 y de 25 a 39 años el número, aunque sigue aumentando, comienza a estabilizarse, de 96.200 a 84.000. Un aumento llamativo y muy sorprendente, sobre todo en la población más joven, que por edad debería encontrarse estudiando o con su primer empleo y que no suelen formar un hogar a tan temprana edad.
Sin embargo en franjas de mayor edad, los datos cambian increíblemente y el crecimiento se estanca o desaparece: de 40 a 55 años, pasa de 107.600 a 108.400 y de 130.500 a 116.700
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