En "Nuestro amigo Jorge" ha colaborado gente que le conoce bien
Se llama “Nuestro amigo Jorge” el cómic que ayuda a conocer mejor al Papa Francisco y ayuda también a hacer el bien, dado que parte de lo recogido en las ventas será devuelto a la Asociación El Almendro de Buenos Aires, muy querida al papa Francisco y que se ocupa de la prevención y del tratamiento de dependencias de diverso tipo, además de asistir niños, adolescentes, adultos y familias en situación de riesgo.
La autora es Jeanne Perego, que desde hace muchos años se ocupa de recensiones de libros para niños para varios periódicos y que escribe también libros para jóvenes. “Nuestro amigo Jorge” es uno de estos y es el tercer trabajo que dedica a un pontífice después de “Joseph y Chico”, biografía del papa Benedicto XVI, y “Max y Benedicto”, que explica a los jóvenes lectores el comprometido trabajo del obispo de Roma. Los tres han sido traducidos a varios idiomas.
Las ilustraciones son obra de Giovanni Manna, que ha ilustrado hasta la fecha más de ochenta títulos para numerosas ediciones italianas y extranjeras. En 2003 ganó el prestigioso Premio Andersen italiano como mejor ilustrados del año, y en 2012 fue premiado con el Junior Library Guild americano.
Son muchas las personas que han contribuido a enriquecer el contenido del libro. La autora recuerda con placer haber conocido a Maria Elena Bergoglio en su casa de Ituzaingó, “uno de los encuentros más impresionantes de mi viaje a Argentina”. “Maria Elena, de dueña de un quiosco que vende cigarrillos y caramelos en Buenos Aires , se encuentra de repente haciendo de gabinete de prensa de su hermano Jorge en lo que respecta a su historia familiar. Lo hace bien, con gran naturalidad y dulzura, teniendo siempre un perfil bajo. En resumen, el ‘estilo Bergoglio' es un estilo de familia”.
“Entre las cosas interesantes que me ha contado”, “me ha impresionado el relato de las celebraciones de Navidad de los últimos años para ella y su hermano. Desde Ituzaingó, ella iba a la Misa oficiada por Jorge Bergoglio en la ciudad, y la cosa terminaba allí. Nada de fiesta en común, nada de comida familiar, pues él a continuación corría a felicitar y a llevar un poco de calor hogareño a la residencia de sacerdotes ancianos de Flores. Como diciendo: ni un minuto para sí”.
La introducción al texto es de monseñor Eduardo H. García, Pro-Vicario General de la archidiócesis de Buenos Aires, y sobre todo grandísimo amigo de Jorge Mario Bergoglio. “Precisamente es él la primera persona que fue a ver al recién elegido papa argentino a Roma, llevándole los viejos y cómodos zapatos que había dejado en casa, seguro de volver a Buenos Aires pocos días después del conclave”.
“Una figura clave” en la preparación del libro, reconoce la autora, ha sido el padre Gustavo Mascó, párroco del centro misionero Nuestra Señora de Luján y presidente de la asociación El Almendro. “Nada en Buenos Aires habría sido posible sin él – confiesa Jeanne Perego –: me ha ayudado a tomar contacto y, sobre todo, a comprender en todas sus facetas la figura de Jorge M. Bergoglio como sacerdote. A comprender cuánto hizo por la ciudad y cómo lo hizo, y su manera de acercarse a la gente y a las situaciones que se encontraba delante”.
“Él me habló del cardenal Bergoglio sentado en el borde de la acera intentando consolar a un niño que lloraba, o del mismo cardenal que, después de las tragedias de la discoteca y de la estación, corría a los hospitales como un sacerdote cualquiera, consolando a los parientes y haciendo de todo por ofrecerles un apoyo material, además de psicológico”.
Más información: http://ilnostroamicojorge.it/