La última tendencia Disney: hacer simpáticos a los malvados

La Compañía Disney acaba de difundir el tráiler de la película Maléfica, de la que se ha hablado tanto, con una Angelina Jolie en el papel de la mala malísima, y Elle Fanning en la piel de la desventurada princesa Aurora. La película  debería estrenarse mundialmente en mayo de 2014. Hay un cambio interesante que Maléfica está aportando al mito de la Bella Durmiente, y que es evidente ya desde el título: esta vez se concentra en la historia de la mala, mientras que la heroína tradicionalmente entendida se convierte en un personaje de segundo plano.

La sinopsis de esta película centrada en el personaje malo promete “la historia nunca contada de la mala más representativa de la Disney”. Maléfica es descrita como “una espléndida joven mujer de corazón puro [che] lleva una vida idílica… hasta que un ejército invasor amenaza la armonía de la región. Maléfica se distingue por ser la más orgullosa protectora de la zona, pero al final sufre una traición despiadada – un acto que comienza a transformar su corazón puro en piedra”. Esta traición es presumiblemente lo que la empuja a “lanzar una maldición sobre la hija recién nacida del sucesor del rey invasor, Aurora”. Ya sólo desde la sinopsis, Maléfica es pintada como una heroína trágica, que estaba sólo defendiendo su reino antes de que llegara una serie de desgracias. También su maldición sobre la pequeña princesa Aurora, incluso, es sólo un modo de proteger su tierra. Si actuaba para defender a los demás, ¿cómo podría ser mala?

El film aún no se ha difundido, pero numerosas entrevistas a Angelina Jolie parecen prometer que el público tendrá una perspectiva totalmente distinta de Maléfica. “Espero que al final veréis a una mujer capaz de ser muchas cosas, y sólo porque se defienda a sí misma y sea agresiva no quiere decir que no posea otras cualidades”. Interpelada sobre la hipótesis de que Maléfica tenga capacidad de redención, la Jolie respondió que “parece verdaderamente absurdo decir que las chicas encuentren en ello algo bueno, porque parece que se diga que deberían ser malas. Pero[Maléfica] es realmente una gran persona”. Es un retrato interesante de uno de los malos más famosos de la historia cinematográfica, y esta no es la primera película de la Disney que asume este punto de vista hacia los “malos”.

En muchas de sus películas de entretenimiento infantil de reciente difusión, la Disney ha continuado con esta tendencia de “remodernizar” la historia del malo, a menudo con una luz agradable proyectada sobre el pasado del personaje en cuestión. A través de estos nuevos relatos, el público acaba inevitablemente por simpatizar con el malo, llegando quizás a pensar que sus decisiones malvadas son inevitables en las desafortunadas circunstancias en las que se encuentra.

Una de estas revisiones de la Disney se difundió el pasado marzo, con el título “El grande y poderoso Oz”. El film cuenta la historia de las brujas de Oz, las conocidas Bruja malvada del Este y Bruja malvada del Oeste, antes de que se volvieran malas. Aunque la Bruja del Este resulta ser la mala más grande de la historia, la mala tradicionalmente aceptada de El Mago de Oz – la Bruja Mala del Oeste – es retratada como la víctima de una cruel manipulación. Al inicio es bella y amable, y se le rompe el corazón por su amor no correspondido por Oz, y come una manzana envenenada para olvidar su dolor, transformándose en la vieja de piel verde que el público recordará. Desde este punto di vista, la némesis de Dorothy parece mucho más agradable que la bruja del cuento original. Después de todo, resulta que es sólo una víctima del mal de otros, y casi todos en un público cualquiera pueden simpatizar con un corazón roto.

Esta tendencia se afirma también en el entretenimiento para niños de la Disney. Toda la base del dibujo animado Rompe-Ralph es la lucha del malo de un videojuego para llegar al heroísmo. Ralph es el malo de un juego llamado “Repara-Félix Jr." – él rompe las cosas y Félix las arregla –, pero después se cansa de ser un marginado y parte de viaje para ganar una medalla y convertirse en un héroe. Podría pensarse que esta es una gran oportunidad para mostrar a un personaje que vence sus propias inclinaciones y crece hasta convertirse en un verdadero héroe. Ralph consigue demostrar su valor de héroe mediante sus actos altruistas hacia otros personajes de la película, pero este no es el mensaje final que se transmite. El mantra de Ralph, incluso al final de la película, es “Soy malo y esto está bien. No seré nunca bueno, y esto no está mal”. Al final de la película, Ralph sigue rompiendo las cosas en su juego; pero ahora Félix y el resto de los personajes del juego lo aceptan por lo que es ahora. Obviamente, Ralph no es en realidad malo, sino que tiene un buen corazón, pero es curioso que el mensaje que repite es que nunca será bueno “y esto no está mal”.

No hay nada de malo en intentar comprender el funcionamiento interno de la mente de alguien malo. Sobre todo en las historias populares ampliamente conocidas, una revisión desde una perspectiva distinta e inesperada (como la del malo) puede ser agradable porque pone sobre la mesa material nuevo. Pero al final, películas como “Maléfica” o “El grande y poderoso Oz” glorifican a malvados tradicionalmente aceptados e intentan justificar sus conductas reprobables excavando en un pasado incomprendido. Y películas como Rompe-Ralph llegan incluso a decir que “no es malo ser malo”.

Las películas del pasado (como La Bella Durmiente o El Mago de Oz originales) expresaban interpretaciones concretas de las categorías correcto/equivocado, reflejadas a través de personajes que eran absolutamente buenos o absolutamente malos. No había término medio para la Bruja del Oeste que escupía fuego, o para Maléfica que cambiaba de forma en sus historias originales, pero la sociedad moderna ha creado muchas variaciones de gris para interpretar las acciones de la gente, y estas historias vistas desde el punto de vista del malvado parecen ser el resultado de esta mentalidad. Podría parecer inocuo, pero si gastamos tanto tiempo en obsesionarnos sobre los orígenes o las motivaciones de los malos, podríamos empezar a preguntarnos dónde han ido a parar los héroes…