México: cambian juguetes bélicos por balones de futbol

El pasado fin de semana, aprovechando que se trataba de un “puente” largo por el Día conmemorativo de la Revolución Mexicana, cientos de niños arriban al Zócalo (plaza central) de la Ciudad de México, para intercambiar juguetes bélicos por balones de fútbol con la firma del jugador mexicano del Manchester Unites, Javier “Chicharito” Hernández.

El inusitado acto –que muestra hasta dónde ha penetrado la pseudo cultura de la violencia en México, sobre todo a partir de los contenidos de las series de televisión y las películas de cine, así como de la apología de la violencia que han hecho muchos conjuntos musicales del Norte del país, especialmente los llamados “narcocorridos”, fue organizado por la institución no lucrativa Non Violence y por el gobierno del Distrito Federal.

Esta ciudad, capital del país y uno de los tres mayores conglomerados habitacionales del mundo, registra altos índices de violencia infantil y juvenil.  Al grado que una sola de sus más de diez delegaciones de las que se compone el Distrito Federal, la delegación Gustavo A. Madero, ha registrado 11 mil delitos de alto impacto en lo que va 2013, superando por apenas mil delitos a la delegación de Iztapalapa

En el país, no obstante los reiterados anuncios del gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto, la ola de violencia y de criminalidad no ha bajado su intensidad.  Según organismos no gubernamentales, hasta el décimo mes de 2013, se han producido cerca de 18 mil asesinatos, la mayor parte de ellos vinculados al narcotráfico.

Obispos hacen suyo dolor de miles de mexicanos

Por esta razón los obispos de México –en su recientemente concluida 96 Asamblea General– han señalado su vivo deseo de que los creyentes encuentren en sus pastores,  los obispos y los sacerdotes,  “una presencia cercana de esperanza, de consuelo y fortaleza” en estos tiempos difíciles por los que atraviesa el país, marcados por el “intenso dolor y atroz sufrimiento que parecen multiplicarse cada vez más”.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó, mediante un comunicado, su solidaridad y cercanía con fieles mexicanos: “Hacemos nuestro el intenso dolor y el atroz sufrimiento que, a lo largo y ancho del país, experimentan muchas personas, familias y migrantes que son víctimas de la violencia, de las extorsiones, de la injusticia, de la corrupción, de la impunidad, del desempleo y la pobreza y, últimamente, de los desastres naturales”.

Los pastores afirmaron que todo el trabajo que desarrolla la Iglesia en México tiene único objetivo el de “hacer el bien y seguir comprometidos con los mejores anhelos de su corazón”.

Los obispos mexicanos han estado buscando –durante toda su Asamblea—“la forma de hacer llegar a todos los sectores y ambientes de nuestra patria la frescura del amor poderoso de Dios, a través de una nueva evangelización, auténtica y gozosa, misión que Jesús ha confiado a todos los bautizados, y que es capaz de edificar una sociedad en la que se respete la vida, la dignidad y los derechos de todas las personas, condición indispensable para la paz y el desarrollo”..

Finalmente, el comunicado de la CEM agregó: “Al estar por concluir el Año de la Fe, suplicamos a Cristo, Rey del universo, por intercesión de Nuestra Señora, la Virgen de Guadalupe, que nos ayude a descubrir los signos de esperanza y hacer realidad estos compromisos que inspiran nuestro amor pastoral por ustedes. Pidiendo también su confianza en la Iglesia católica y en todos sus proyectos, les agradeceremos siempre su oración por nosotros”.

Enorme vergüenza que narcos se digan católicos

En entrevista con los medios de comunicación, el obispo de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, aseguró que para la Iglesia católica es una  “pena” y una “enorme vergüenza” que la mayoría de los narcotraficantes se declaren católicos y que tengan, entre sus pertenencias, vírgenes e imágenes sagradas.

"La mayoría se declaran católicos, hay muchos narcotraficantes que son muy devotos de la Virgen y de los santos y es una contradicción, es una vergüenza para nosotros, nos da una pena enorme y eso es un desafío para ver cómo tenemos que evangelizar para que llegue al corazón", afirmó uno de los prelados que con mayor consistencia ha puesto voz a los reclamos de paz y de unidad de la Iglesia en México

"Cuando alguien descubre a Jesucristo deja de ser asesino, criminal y corrupto, y vive la verdad y el amor y más bien comparte con los demás", aseguró. Monseñor Arizmendi Esquivel, quien dijo que si bien los obispos han hecho lo que han podido contra la violencia, hay acciones que los han rebasado.

"Nosotros hemos hecho lo que más podemos, pero hay situaciones que nos rebasan. En el trabajo de cada día ahí están los catequistas, sacerdotes y religiosas en la base de todos los días. Estamos haciendo lo que más podamos", declaró el responsable de la dimensión de la cultura de la CEM

"No podemos olvidar a la gente y salvar el pellejo propio, lo que nos importa es el bien de la comunidad y son admirables los sacerdotes que están ahí, al pie de la lucha, están cerca de la gente", concluyó diciendo el obispo de San Cristóbal de las Casas.