Un resumen de lo más importante del Sínodo sobre la Palabra de DiosDe forma breve, pero sustanciosa, «Verbum Domini», la exhortación apostólica fruto del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, aborda el problema pastoral de la proliferación de sectas.
La Biblia, corazón de la actividad eclesial
El 11 de noviembre de 2010 la Santa Sede presentó un nuevo documento pontificio. Se trata de la exhortación apostólica postsinodal «Verbum Domini», sobre la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. El documento es fruto de los trabajos del Sínodo sobre la Palabra de Dios, que se celebró en la Ciudad del Vaticano del 5 al 26 de octubre de 2008.
El objetivo de la exhortación, según el Santo Padre, es “indicar algunas líneas fundamentales para revalorizar la Palabra divina en la vida de la Iglesia, fuente de constante renovación, deseando al mismo tiempo que ella sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial” («Verbum Domini», 1).
Las sectas, un problema pastoral
Pues bien, uno de los problemas pastorales puestos de relieve en la magna Asamblea sinodal fue el de la proliferación de sectas («Verbum Domini», 73).
¿Por qué las sectas representan un problema pastoral? La Asamblea sinodal, de cuyos trabajos emanó la exhortación apostólica, parece señalar que se debe a su proselitismo sistemático “en diferentes continentes” y la instrumentalización que hacen de la Biblia.
En efecto, en el Instrumentum laboris se señalaba que se debe prestar una especial atención “a las numerosas sectas, que actúan en diferentes continentes y se sirven de la Biblia para alcanzar objetivos desviados con métodos extraños a la Iglesia” (Instrumentumlaboris, 56).
Más aún, se menciona a los grupos proselitistas entre las “dificultades que impiden el camino en el anuncio del Evangelio”, puesto que “impiden una correcta interpretación de la Biblia” (Instrumentumlaboris, 43).
Y es que, señala el Sucesor de Pedro, estos grupos “difunden una lectura distorsionada e instrumental de la Sagrada Escritura” («Verbum Domini», 73).
La pureza de la fe
Ante esta realidad, una pregunta que se planteó en el Sínodo fue la siguiente: “¿Qué procedimientos pueden ser usados para sostener a la comunidad cristiana frente a las sectas?” (Lineamenta, Preguntas: Capítulo III).
Nótese la finalidad que se persigue con estos procedimientos: deben ayudar a “sostener” a la comunidad cristiana frente al embate de los grupos proselitistas.
La respuesta, breve pero significativa de los Lineamenta señala que se debe prestar mayor atención “a la pureza de la Palabra de Dios, auténticamente interpretada por el Magisterio, frente a las numerosas sectas que usan la Biblia para otras finalidades con métodos ajenos a la Iglesia” (Lineamenta, 31).
He aquí lo que dice el Papa Benedicto XVI:
«Por tanto, exhorto a los pastores y fieles a tener en cuenta la importancia de esta animación: será también el mejor modo para afrontar algunos problemas pastorales puestos de relieve durante la Asamblea sinodal, y vinculados, por ejemplo, a la proliferación de sectas que difunden una lectura distorsionada e instrumental de la Sagrada Escritura. Allí donde no se forma a los fieles en un conocimiento de la Biblia según la fe de la Iglesia, en el marco de su Tradición viva, se deja de hecho un vacío pastoral, en el que realidades como las sectas pueden encontrar terreno donde echar raíces. Por eso, es también necesario dotar de una preparación adecuada a los sacerdotes y laicos para que puedan instruir al Pueblo de Dios en el conocimiento auténtico de las Escrituras» («Verbum Domini», 73)..
Esta es precisamente la finalidad de la Nueva Apologética, que se promueve en Hispanoamérica y aún en países de habla inglesa: poner al alcance de todos los fieles católicos la interpretación auténtica que de la Biblia hace el Magisterio de la Iglesia, puesto que los primeros destinatarios de la Nueva Apologética son, precisamente los católicos, particularmente los más alejados. En un segundo momento, la Nueva Apologética busca dialogar con los hermanos separados, que en su mayoría son excatólicos, para presentarles la interpretación auténtica de los pasajes bíblicos que les llevaron a abandonar la Iglesia.
La animación bíblica de toda la pastoral
Se trata de la respuesta adecuada a este problema eminentemente pastoral, puesto que “allí donde no se forma a los fieles en un conocimiento de la Biblia según la fe de la Iglesia, en el marco de su Tradición viva, se deja de hecho un vacío pastoral, en el que realidades como las sectas pueden encontrar terreno donde echar raíces” («Verbum Domini», 73).
De hecho el Santo Padre es enfático, puesto que añade el adverbio “toda”, llegando a pedir la animación bíblica de toda la pastoral (Cfr. «Verbum Domini», 73).
Esta animación bíblica de toda la pastoral no implica solamente añadir “algún encuentro en la parroquia o la diócesis, sino de lograr que las actividades habituales de las comunidades cristianas, las parroquias, las asociaciones y los movimientos, se interesen realmente por el encuentro personal con Cristo que se comunica en su Palabra” («Verbum Domini», 73).
Protagonistas y destinatarios
¿Quiénes están llamados a ser los protagonistas y destinatarios de esta noble tarea? Toda la comunidad eclesial, de manera tal que “es necesario dotar de una preparación adecuada a los sacerdotes y laicos para que puedan instruir al Pueblo de Dios en el conocimiento auténtico de las Escrituras” («Verbum Domini», 73).
Conclusión
La actividad sistemática de las sectas es para la Iglesia un desafío permanente. La diversidad religiosa es un hecho irreversible, pero el Sínodo nos da pistas y recomendaciones para afrontarlo adecuadamente.