"La Iglesia católica es la única en el mundo con la suficiente experiencia tanto para establecer como para manejar casas hogares y refugios, así como para efectuar un sólido registro de personas"
La reunión de trabajo que ha sostenido el Consejo Pontificio para las Ciencias y las Ciencias Sociales los pasados 2 y 3 de noviembre, ha dejado una buena cantidad de experiencias de Iglesia y grupos organizados en contra de la trata de personas, especialmente, de la trata de mujeres y de niños. Acciones concretas, iniciativas propias de quienes tienen en sus manos la libertad de cambiar la historia de tantas mujeres y niños usados para el consumo comercial de sus cuerpos.
Niños en la sombra
Valeria Galleti y Roberto Giua implementaron desde 2009 el Shadow Children Project –de Rotarios Internacional— para enfrentar el problema de los niños de la calle. Son los “niños invisibles” que podrían ser medio millón en el mundo. La UNESCO ha dicho que de no tomarse medidas adecuadas, en 2020 serán un millón de niños de la calle los que deambulen sin rumbo por diversas partes del planeta.
Valeria Galletti, presidenta del Club Rotario en Roma Casia, ha enfrentado el reto de luchar contra la desgracia de los niños en la sombra. “Normalmente no tienen familia a causa de las guerras, accidentes, del hambre; los niños en la sombra pasan rápidamente a engrosar las filas de los niños-soldado y de las víctimas de la pedopornografía”, declara Galleti en la presentación del proyecto.
El Club Rotario Roma Casia –junto con otros clubes alrededor del mundo- promueve este proyecto que pretende proteger de la violencia a los niños. En 2010, otro de los fundadores, Roberto Giua, tuvo un encuentro en Buenos Aires con el entonces arzobispo y cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien lo instó a crear “una, cientos, miles…” de casas para niños de la calle.
Galleti enfrentó la experiencia de los niños de la calle en Buenos Aires e instó a los rotarios italianos a tomar acción inmediata. La primera acción se llevó a cabo en Pilar y Mercedes, Argentina, para dotar de recursos a las casas de acogida Hogar San Cayetano y Hogar del Milagro. Después han dado paso a los niños de la calle en la casa de acogida de la Parroquia del Pilar.
Su trabajo se ha dedicado a apoyar casas-hogares para que sean autónomas, seguras y sustentables. El proyecto rotario se ha ido extendiendo a otros lugares de América, como, por ejemplo en Puyo, Ecuador, con el obispo de la diócesis, monseñor Rafael Cob García, quien es el animador del hogar de acogida Casa Encuentro.
Un corazón ensombrecido
“Hemos prensado –dicen los rotarios italianos en su presentación—que si queremos ayudar a los niños de la calle, es necesario apoyar las estructuras que les aseguren comida y techo, así como todo aquellos que les satisfaga sus necesidades básicas”.
Basados en la experiencia de estos años, los rotarios romanos han propuesto un plan con acciones concretas que pudieran liberar –donde quiera que se encuentren—a los niños de la calle del tráfico, la trata, la adopción ilegal, los trasplantes de órganos y la esclavitud laboral.
Se trata de un plan de dos pasos en el que se busca crear una red de hogares sustentables para niños de la calle, ya sean víctimas potenciales de la esclavitud infantil, ya sean para aquellos niños rescatados de la adopción ilegal o del trasplante de órganos.
El segundo de los pasos señalados por los rotarios italianos, es la creación de un registro mundial de chicos hospedados en las casas hogares que incluiría sus datos generales, así como un perfil simple de su ADN que asegure su identidad para toda la vida.
“En nuestra opinión –dicen los rotarios de Roma Casia—, la Iglesia católica es la única en el mundo con la suficiente experiencia tanto para establecer como para manejar casas hogares y refugios, así como para efectuar un sólido registro de personas”. Y agregan: “Más aún, los expertos católicos están ciertamente calificados y preparados para manejar con seguridad los aspectos éticos delicados de un perfil de ADN (…). En cooperación con compañías internacionales especializadas en pruebas de ADN”.
Para los rotarios italianos, un registro eficiente de los niños con su ADN deberá ayudar a reducir el tráfico de personas, y poner obstáculos a este flagelo que ensombrece el corazón de la humanidad.
Para información, se puede visitar el blog: ww.bambinidistrada.wordpress.com