No se detiene la ola de de violencia en México y los sacerdotes también son víctimas de intentos de extorsiones telefónicas por parte de bandas delictivas. Tres sacerdotes fueron amenazados con el argumento de que tenían secuestrados a uno de sus familiares cercanos, amenazando con agredirlo si no entregaban ciertas cantidades de dinero. Tales episodios los ha dado a conocer el Obispo de Aguascalientes (México), monseñor José María de la Torre Martin.
No se trata de hechos aislados, ya que han sucedido cosas parecidas en los estados de Jalisco, Colima, Puebla, Veracruz, Chihuahua, Zacatecas, Sonora, Estado de México y otras más. En una nota enviada a la Agencia Fides, monseñor De la Torre Martin informa que los sacerdotes involucrados han ignorado las amenazas y se han dirigido a las autoridades parar recibir protección.
El obispo subraya además que la Iglesia siente en carne propia los problemas que afectan al país, como la desbordante ola de violencia e inseguridad que se ha desatado desde hace varios años y ha cobrado numerosas víctimas, muchas de ellas inocentes. Mons. De la Torre Martin critica también la impunidad, que provoca desconfianza en las instituciones, y considera que la lucha emprendida por el Ejecutivo Federal (Gobierno) contra el crimen organizado “no será fácil ni de corto plazo”, pero deberá mantenerse hasta sus últimas consecuencias.
Por otra parte, obispos de México han pedido a las autoridades federales, estatales y municipales una acción pronta y eficaz ante la injusticia de los secuestros, asesinatos y cobro de cuotas que afectan al bien y la prosperidad de tantas personas y comunidades de Michoacán.
A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), en la persona de su presidente, el arzobispo de Guadalajara, el cardenal Francisco Robles Ortega, y de su secretario general y obispo auxiliar de Puebla, monseñor Eugenio Lira Rugarcía, ha expresado su apoyo a la declaración realizada por monseñor Miguel Patiño Velazquez, obispo de Apatzingán, que ha denunciado hace pocos días la situación en la que viven las comunidades y la población en el estado de Michoacan y, específicamente, en el valle de Apatzingán.
La zona del Michoacan de hecho, es una de las más violentas de México, ya se ha hablado muchas veces de un Plan Estratégico de Seguridad, pero la situación no ha cambiado, de hecho parece empeorar de día en día.
El documento de la Conferencia Episcopal Mexicana denuncia la situación de violencia en la que vive la gente y los obstáculos a la labor pastoral de la Iglesia frente a las amenazas de la delincuencia organizada.
Así los obispos lanzan un llamamiento para una acción rápida y eficaz por parte de las autoridades, invitando a todos a detener la violencia, proponiendo una cultura de respeto al estado de derecho y de paz.
Por último, la Iglesia se ha reiterado su compromiso con la reconstrucción del tejido social y la asistencia a las víctimas de la violencia.
Hoy celebramos a...