Cardenal Dolan: el país deje de ser "una sociedad de dos niveles con una clase inferior permanente"
Tras el acuerdo de último minuto la semana pasada, para destrabar el techo de endeudamiento de Estados Unidos y poner, de nueva cuenta, a funcionar al gobierno del país más poderoso del planeta, el presidente Barak Obama, junto con los legisladores de ese país tienen por delante sacar la reforma migratoria que haría posible tener un nuevo estatus migratorio a, por lo menos, once millones de personas.
En ese sentido, en un artículo publicado el viernes pasado en The Eall Street Journal, nada más conocerse el acuerdo legislativo que le permitirá a Obama llevar a cabo su iniciativa para extender los servicios de saluda en la Unión Americana –el llamado “Obamacare”– el cardenal arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, abogó por una reforma migratoria "integral" en EE.UU. que permita eliminar "barreras" a la inmersión de los inmigrantes y que haga que el país deje de ser "una sociedad de dos niveles con una subclase permanente".
El cardenal Dolan, quien se ha distinguido por una férrea defensa de la vida y la familia en Nueva York, y que forma parte de la nueva generación de obispos en Estados Unidos con capacidad para dialogar y enfrentar al gobierno, ha puesto el dedo en la llaga de una reforma atrasada, que ha recibido de la Iglesia católica estadounidense una enorme aportación y que, en su lugar, ha visto cómo se superponen leyes estatales –como en el caso de Arizona—en las que se vejan, sistemáticamente, los derechos humanos de los inmigrantes y de sus familias.
"Al sacar a los indocumentados de las sombras y darles la oportunidad de obtener la ciudadanía, eliminamos barreras a su inmersión", afirmó el cardenal Dolan, quien en “la gran manzana” cuenta entre su feligresía a un par de millones de inmigrantes hispanos.
Para monseñor Dolan, con una reforma migratoria integral habrá nuevos ciudadanos que podrán "participar en la sociedad y desarrollar talentos y habilidades sin inhibiciones, en beneficio de nuestra cultura".
Miembros de pleno derecho
Ésta última es una de las tesis más queridas por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, que han insistido, una y otra vez, sobre la capacidad de fecundar la cultura norteamericana que han tenido y siguen teniendo los migrantes al país del Norte, que, de hecho, es un país hecho a base de migraciones.
"Con la ayuda de la Iglesia y otras instituciones, nuestro país ha hecho un trabajo notable de transformación de inmigrantes de otras costas en estadounidenses, ayudándoles a convertirse en miembros de pleno derecho de nuestra cultura y comunidades", destaca monseñor Dolan en su artículo en The Wall Street Journal..
La forma de "continuar con ese éxito" es, a su juicio, llevar a cabo una reforma migratoria "integral"; una reforma que, sobre todas las cosas, contemple la realidad del migrante desde los ángulos humanos y cristianos: por ejemplo, que lo contemple en unión de sus familias y que no desmembré a las familias, como ahora ocurre con el actual régimen migratorio estadounidense, endurecido tras los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001.
En su escrito, el cardenal Dolan cita un informe de 2007 de la Universidad de California que sostiene que los inmigrantes hispanos aprenden el inglés igual de rápido o incluso más que los asiáticos y europeos. Los hispanos de tercera generación, según estudios recientes del Centro Pew, están alcanzando niveles de educación e ingresos comparables a los de la población nativa, argumenta también el cardenal de Nueva York.
Ver al migrante en su contexto
El Senado de EEUU aprobó en junio pasado un proyecto de ley para una reforma migratoria que incluye un camino a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados que residen en el país. Pero, como sucedió en el debate sobre el techo de endeudamiento que mantuvo por casi tres semanas al país en vilo, el proyecto ha quedado estancado en la Cámara de Representantes.
Ahora que ha pasado –momentáneamente—la crisis fiscal, los observadores de la política estadounidense creen que Barak Obama va a presionar a los representantes demócratas en la Cámara para que aprueben la reforma, que la Iglesia católica de Estados Unidos quiere que sea integral, comprehensiva, que abarque todos los aspectos del migrante y de su familias.
El presidente de EEUU, Barack Obama, quiere que se apruebe una reforma migratoria integral antes de que termine el año y se ha fijado ese objetivo como una de sus prioridades tras quedar superada la crisis fiscal por la que ha atravesado el país.