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La democracia en el Islam ¿una utopía conflictiva?

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María Angeles Corpas - publicado el 17/10/13

Reflexiones ante el proceso de secularización en Egipto y la ilegalización de los Hermanos Musulmanes

El 23 de septiembre un tribunal de El Cairo ilegalizó a los Hermanos Musulmanes. Congeló sus fondos y devolvió a la cofradía al estatus anterior a la revolución de 2011. Una parte de la sociedad egipcia ha quedado fuera de la vida pública haciendo cada vez más difícil la reconciliación nacional. Especialmente, porque se ha construido su imagen identificándola con el islamismo radical. Desde el gobierno interino se lanza un mensaje cuyo eco resuena también en Occidente: “la secularización es la llave de la democracia”.

1. De la clandestinidad a la clandestinidad, pasando por el gobierno

El 9 de octubre, el gobierno militar prohibió la rama de los Hermanos Musulmanes inscrita como ONG en marzo de este año. En pocos meses este colectivo ha pasado de controlar el gobierno a ser apartados de él y convertirse en oposición permanentemente movilizada. La violencia urbana y la polarización social están empañando la posibilidad de un retorno consensuado a la vía democrática.

Desde su fundación en 1928 han tenido un papel relevante en la vida pública egipcia, irradiando su influencia a todo el mundo árabe. Ilegalizados en 1954 durante la era de Nasser, vivieron en una clandestinidad más reprimida que tolerada hasta la revolución de 2011. Una coyuntura que significó no sólo el final del mandato de Mubarak, sino también el de un gran ciclo de la historia egipcia. Los ciudadanos que llenaban la plaza de Tahrir desde el “día de la ira” del 25 de enero, tenían un objetivo claro. A semejanza de otras movilizaciones como la tunecina, querían derribar el régimen simbolizado por la dictadura de Mubarak, dimitido el 11 de febrero.

El ejército, liderado por Tantawi, convocó unas elecciones en las que salió presidente Muhammad Mursi del partido Libertad y Justicia, rama política de los Hermanos Musulmanes. Su breve mandato (30-VI-2012 a 3-VII-2013) ha estado marcado por la controversia. En particular, por la reforma constitucional y la tentativa de reforzar los poderes presidenciales. Este desempeño fue considerado como autoritario por una parte de la población, temerosa de que la hermandad aplicara forzadamente su visión del Estado y la sociedad a todos los egipcios.

Algunos conatos de protesta en noviembre y diciembre de 2012 prepararon el gran estallido de 29 de junio de 2013. Se exigía la dimisión de Mursi para revocar su mandato y orientar la revolución. El 3 de julio culminaba el ultimátum de las fuerzas armadas comandadas por Al-Sisi y un golpe abría otro interregno militar. Según estos hechos ¿a qué visión del Estado y la sociedad le temían los egipcios? ¿Qué responsabilidad tuvo Mursi en la fragmentación de la sociedad? ¿Qué legitimidad puede alegarse para terminar con un gobierno electo democráticamente?

REFERENCIAS:
CORPAS AGUIRRE, M.A.: “Tras la caída de Mursi: Egipto en la encrucijada”, en Aleteira.org, 4-VII-2013 http://www.aleteia.org/es/politica/noticias/tras-la-caida-de-morsi-egipto-en-la-encrucijada-2352001

2. La democracia en el Islam ¿una utopía conflictiva?

A consecuencia del golpe fue detenido el presidente depuesto. Asimismo, fueron también detenidos diversos líderes del movimiento como el guía supremo Muhammad Badie. Inmediatamente los Hermanos Musulmanes calificaron el cambio como un “golpe ilegítimo”, iniciando fuerte movilizaciones en todo el país, destinadas a la restitución del gobierno.

Los choques con la policía y el ejército han ido dejando un goteo continuo de muertos y heridos que no hacen sino retroalimentar el conflicto. Para las autoridades ya no basta con desalojar acampadas como la de Rabaa. Se ha dado un paso decisivo para el futuro estatus de Egipto que, en realidad mira al pasado.

La ilegalización del 23 de septiembre tiene como objetivo atacar las ramificaciones sociales de la hermandad. No sólo como partido político, sino como movimiento cívico y ONG. Esta cuestión es de extraordinaria importancia, ya que la cofradía se había hecho cargo de numerosas cuestiones asistenciales, desatendidas por el Estado. Esa labor de décadas les ha conferido una gran capacidad de penetración entre los más pobres.

La prohibición administrativa del Ministerio de Solidaridad Social del 8 de octubre confirma la tendencia de las autoridades interinas a identificar a los Hermanos Musulmanes con la violencia y el radicalismo. En otros términos, en aprovechar una coyuntura confusa para hacer irreversible la separación de este movimiento del poder político. Un movimiento que, desde sus orígenes, pretendió la construcción de una sociedad coherente con sus raíces culturales y religiosas. Algo que políticamente se traduciría en un enfrentamiento con los intereses geoestratégicos que reproducen el neocolonialismo sobre el mundo árabe. Un planteamiento que les ha granjeado una imagen extremadamente negativa en el mundo occidental.

REFERENCIAS:
THE MUSLIM BROTHERHOOD:  “Egypt Muslim Brotherhood Statement Regarding Unjust Ruling”, Ikhwanweb.com, 24-IX-2013, http://www.ikhwanweb.com/article.php?id=31329&ref=search.php

3. El experimento egipcio, clave para la relación poder civil-religión

Podemos concluir que la ecuación Religión – Estado es clave para el futuro de Egipto.  La reacción de las potencias occidentales se sostiene en un equilibrio delicado. Por un lado, se responsabiliza al gobierno interino de Adly Mansour de mantener el orden público sin excederse en el uso de la fuerza. Asimismo, es imperativo el retorno a una vía de reconciliación nacional que reconduzca el proceso democrático. No obstante, no ha existido una condena explícita del golpe de julio. Así, la representante de la política exterior europea Catherine Ashton se ha declarado “profundamente preocupada por la violencia y el grave problema de polarización y desconfianza”.

El camino hacia la paz necesita un acuerdo de mínimos. Esto es difícil cuando ambas partes se demonizan mutuamente, rechazando que “el otro” tenga voluntad democrática y sea representativo del pueblo egipcio. En este sentido, el fundador de la Sociedad Averroes  Murad Wahba ha declarado que en Egipto la democracia empieza con el secularismo al modo occidental. Por el contrario, los Hermanos Musulmanes son presentados como un grupo ávido de poder, belicoso y que es necesario controlar para no regresar “al neolítico”. Una lucha entre una mentalidad ilustrada y el fundamentalismo tiránico.

Wahba acierta en señalar la conveniencia de desligar los asuntos religiosos del poder civil. Por lo que las categorías de “ciudadano” y “creyente”, sin ser incompatibles o excluyentes, no son exactamente equiparables. Un planteamiento que  fue incorporado tempranamente al magisterio de la Iglesia Católica a través de las encíclicas de León XIII Inmortate Dei (1885) y Rerun Novarum (1891): distinción sin separación y colaboración sin confusión.

Aunque instituciones religiosas relevantes en Egipto como la Iglesia Copta o la universidad de Al-Ahzar  defienden una posición conciliadora, contraria a la violencia y la polarización, los sectores gubernamentales con quienes se identifica Wahba, se  exceden en la criminalización de todo un sector de la sociedad egipcia relacionado con la religión. Una expulsión del ámbito público que es incompatible con los valores universales inherentes a la democracia. Sistema al que el gobierno salido del golpe pretende conducir al pueblo egipcio.

Estos hechos hacen que debamos estar atentos a qué soluciones se articulan para resolver el conflicto ¿Habrá un Estado capaz de atender las necesidades sociales básicas del pueblo egipcio? ¿Continuará la espiral de violencia sectaria? ¿Se respetarán los derechos de las minorías, en particular la de los cristianos coptos? ¿Se radicalizarán más los Hermanos Musulmanes? ¿Es posible un Egipto libre con el consenso de la mayoría de sus ciudadanos y sin injerencias externas?

REFERENCIAS:
AL-AHRAM (ed.): “Secularism is key to democracy”, en Al-Ahram weekly, Cairo, 12-X-2013, en: http://weekly.ahram.org.eg/News/4379/17/Secularism–is-key–to-democracy.aspx
McCRUMMEN, S.: “Egypt’s Muslim Brotherhood is banned, and crackdown could broaden”, The Washington Post, 23-IX-13, en www.washingtonpost.com
EUROPEAN UNION EXTERNAL ACTION: “Statement by EU High Representative Catherine Ashton on the recent violence in Egypt”, Brussels 8-X-13, en: www.eeas.europa.es/statements/docs/2013/131008_03_en.pdf

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