La solidaridad bajó 23%, según Roberto Briceño León (Observatorio Venezolano de la Violencia)
La señora que fue atacada por grupos de motorizados en la avenida Libertador, el conductor de la gandola que murió asfixiado mientras saqueaban su vehículo volcado, el obrero que murió apuñalado en el metro… Son tres noticias que pasan a las estadísticas rojas. No obstante el trasfondo de estos resultados tan negativos, según Roberto Briceño León, presidente del Observatorio Venezolano de la Violencia, radican en que la ciudadanía tiene miedo de socorrer al que está a su lado.
Esto lo tradujo el experto en una cifra: 23 por ciento ha disminuido el índice de solidaridad entre los venezolanos. El resultado se desprende de un estudio social que hizo el Observatorio, entre junio y julio de este año, el cual arrojó una gran pérdida de confianza en el otro, quien es visto como una amenaza.
“De hecho, pudimos conocer que 78 por ciento de los encuestados consideran que si actúan noblemente y apegados a las leyes, su par se puede aprovechar de ello, lo que en sociología llamamos capital social, y esto lo hace desconfiado y poco solidario”, señaló.
Briceño León explicó que así la vida social se vuelve muy complicada y muy costosa desde el punto de vista de las relaciones humanas. “Eso no es sano para el país. Esta situación se ha acentuado de manera muy fuerte en los últimos cinco años. La gente sabe que los policías no los van a proteger y cree que si va apretada en el Metro, por ejemplo, le van a meter una puñalada.
Simplemente se ha incrementado el índice de victimización y de criminalidad. Eso está en la cotidianidad. Antes llegabas a tu casa sin la cartera y no te dabas cuenta de quién lo había hecho, pero ahora ves en todo aquel que te rodea al futuro ladrón. Simplemente no hay compasión. La sociedad endureció sus sentimientos y se ha vuelto egoísta. Es un mecanismo de sobrevivencia”, sentenció.