8.000 personas se darán cita para mostrar una “ expresión solemne de la fe cristiana”Más de 8.000 personas se darán cita este sábado en Córdoba para la celebración del Víacrucis Magno del Año de la Fe. Un acto en el que procesionarán 18 pasos con la intención de mostrar “la expresión solemne de la fe cristiana”, afirma el Obispo de Córdoba.
Con motivo de la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz la piedad popular invadirá las calles de Córdoba, con un recorrido por las calles del casco histórico de la ciudad: Cruz del Rastro, Ronda de Isasa, Arco del Triunfo de San Rafael, Torrijos, Cardenal Herrero, Puerta del Perdón.
El acto dará comienzo a las 20:45 horas con la celebración de una ofrenda floral a la Reina de los Mártires y posteriormente empezará el Santo Viacrucis presidido por el Obispo. Al finalizar, en el interior de la Catedral, monseñor Demetrio Fernández expondrá al Santísimo y realizará una breve homilía.
“Realmente es un acontecimiento extraordinario y esperamos que sea una magna expresión de fe, que a su vez alimente la fe de los participantes”, explica monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, qu explica la importancia de la piedad popular en Andalucía: “es como un universo en el que se mezclan el aspecto sensible, sentimientos profundos, costumbres y formas, imágenes y ritos, solemnidad y cercanía.”
“Es un mundo que ha brotado de la fe, que se vive de padres a hijos”, continúa el obispo de Córdoba en su carta pastoral: “Y a veces es el sentimiento religioso más profundo que sostiene la esperanza de una persona, sobre todo en momentos decisivos. La piedad popular, como todo, tiene sus riesgos, pero tiene sus grandes valores”.
En una profunda reflexión sobre lo que significa la piedad popular, monseñor Demetrio Fernández explica que “el mundo cofrade, como la misma vida, necesita renovación continua. Y esa renovación le viene de dentro, es decir, del fervor con que se vive la fe y la pertenencia a la cofradía y la decisión de arrimar el hombro cuando haga falta (nunca mejor dicho)”.
Para el obispo de Córdoba: “El mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida. Cuando esto es así, la cofradía es un problema continuo. En el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale quien sirve, y no vale quien quiere servirse de la cofradía para sus intereses”.