Florencia Infante de Garza es psicóloga con especialidad en la familia. En Monterrey, México es presidenta y fundadora de la Fundación Cultural Muró y de la organización Unidos por el Arte contra el Cáncer Infantil.
También es presidenta fundadora de la Cátedra de Arte Sacro de la Universidad de Monterrey. que se desarrolla estos días en la ciudad del norte de México con ponentes invitados: investigadores y catedráticos del Vaticano, de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Pontificio Ateneo Antonianum de Roma, de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra y de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia.
Esta Cátedra, única en su género en México, cuenta con el aval de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia y cumple quince años de haber sido inaugurada en la Universidad de Monterrey.
Aleteia entrevistó sobre este acontecimiento a su iniciadora, Florencia Infante de Garza.
– ¿Cuál es el objetivo de la cátedra?
La cátedra de Arte Sacro busca difundir el patrimonio de bienes culturales de la Iglesia. Quiero hacer referencia al planteamiento que ha hecho el cardenal Gianfranco Ravasi en el discurso de bienvenida del ciclo que se lleva a cabo el 9, 10 y 11 de septiembre y que da respuesta a la razón de ser de ella misma.
"En el fondo, dice el cardenal Ravassi, se trata siempre de trasmitir la fe, y lo que busca esta Cátedra es ayudar a proponer la fe a través de la vía de la belleza, como un itinerario capaz de tocar el corazón de las personas; de expresar el misterio de Dios y del hombre; de presentarse como un autentico puente un espacio libre para caminar con los hombres y las mujeres de hoy, dispuestas a apreciar lo bello, ayudándoles, al mismo tiempo, a descubrir la belleza del Evangelio de Cristo”.
– ¿Cómo se encuentra actualmente la conservación del patrimonio de arte sacro en México y en los países de América Latina?
Hace falta todavía mucha conciencia acerca del valor del patrimonio cultural de origen católico y de la necesidad de su conservación y sobre todo su aprecio como una herencia viva y no sólo como monumentos y piezas de museo. Sin embargo, en diferentes partes de América Latina se están haciendo esfuerzos y personas individuales y asociaciones bien organizadas –más que los gobiernos– están realizando acciones de conocimiento, rescate y dignificación del patrimonio. Es difícil, en una civilización que mira casi solamente al futuro, crear esta conciencia, pero es algo necesario para la identidad y la misma construcción del futuro.
– ¿Qué papel cumple el arte sacro en la conformación de una nueva evangelización y de la misión de la Iglesia en nuestro continente?
El valor de los bienes culturales como instrumento de evangelización es extraordinario y debe reconocerse, promoverse y aplicarse. El Concilio Vaticano II en su mensaje a los artistas destacó la importancia de la Belleza de la que el "mundo tiene necesidad para no caer en la desesperación" y que junto con la Verdad y el Bien "hace nacer el gozo en el corazón", "es precioso fruto que resiste la erosión del tiempo" y "une a las generaciones por medio de la admiración." Para evangelizar, además de la palabra y el testimonio hace falta esta comunicación mediante la sensibilidad.