Es uno de los tres únicos lugares del mundo donde se habla arameo, la lengua de Jesus
El patriarcado melquita, a través de la agencia vaticana Fides informa de que los yihadistas habrían quitado la cruz de la cúpula del monasterio de los Santos Sergio y Baco, y habrían disparado matando a 3 civiles, atrincherándose posteriormente en las casas. Habrían atacado también las iglesias de san Leoncio y la de los santos Cosme y Damián. Un contraataque pondría a la ciudad y su antiquísimo patrimonio en grave peligro.
Justo unos días antes de la Vigilia de Oración convocada por el Papa Francisco, los opositores al régimen de Bashar al Asaad tomaron el mando de uno de los segmentos más grandes de esta ciudadela histórica, a 40 km de Damasco.
La comunidad cristiana en Siria lanza un fuerte llamamiento para salvar Maaloula, uniéndose a las esperanzas de paz del Papa Francisco. Maalolula es un lugar sagrado donde “casas e iglesias se mezclan unas con otras”, explican a la Agencia Fides los cristianos locales.
Un lugar donde se encuentran el monasterio de Santa Tecla, donde viven monjas ortodoxas, o el convento de San Sergio que alberga a sacerdotes greco-católicos (melquitas) y que, siendo lugares de peregrinación para cristianos y musulmanes, se ha convertido en un símbolo de la convivencia interreligiosa.
“Sería un desastre, un fuerte golpe al patrimonio histórico, cultural y espiritual, una nueva afrenta a la civilización siria, al pluralismo y a la armonía”, comentaba con preocupación en una entrevista con la Agencia Fides horas antes del ataque la laica Maria Saadeh, greco católica, que mantiene un estrecho contacto con los feligreses del lugar. “Lanzamos con todo el corazón un llamamiento a los contendientes, a la comunidad internacional y a la Santa Sede – dice – para que se deje Maaloula al margen del conflicto. Sólo es un lugar de oración, de peregrinación y de paz”.
Los habitantes de Maaloula esperaban que la ciudad pudiera librarse de los ataques bélicos, debido a sus sitios santos y sagrados para los cristianos en el mundo entero, pero los monasterios y lugares santos han tenido que cerrar sus puertas.
Los combatientes de Al Nusra (facción yijadista de la oposición siria), se encuentran en la ciudad con sus camionetas de asalto y sus ametralladoras de grueso calibre empotradas. Allí ya han comenzado a disparar hacia la zona alta de la villa y no han encontrado mucha resistencia.
Según explican algunas agencias, un grupo de unos 30 yihadistas se ha acercado hasta la entrada de una de las iglesias más antiguas y se ha arengado por “la destrucción de los impíos”. Otras fuentes hablan de cientos de cristianos huyendo masivamente del lugar.
Lee también la crónica del periodista Esteban Villarejo, en el diario español ABC