Occidente camina hacia el suicidio si interviene en Siria

Entre las muchas perplejidades ligadas al destino de Siria emergen algunas certidumbres: las potencias occidentales son directamente culpables de la difusión del fundamentalismo islámico y de la violencia en todo el mundo árabe, y una eventual intervención militar no sólo arrastraría a toda la región a un conflicto de consecuencias incalculables, sinpo que firmaría la condena a muerte de los cristianos en Oriente Medio.

De ello está convencido el padre Boghos Levon Zekiyan, quien no ahorra críticas al leer los recientes acontecimientos de Siria que hacen pensar en un nuevo Iraq. Sacerdote de rito armenio, además de profesor de Lengua y Literatura armenias en la Università Ca’Foscari de Venecia y de Instituciones eclesiásticas armenias en el Pontificio Istituto Orientale de Roma, en esta entrevista a Aleteia pone en la balanza todas las responsabilidades de los países occidentales.

En tierra siria, las masacres parecen no acabar nunca. Las crónicas nos hablan día a día de horrores inimaginables contra la población: decapitaciones, raptos, homicidios masivos, violaciones. Ni siquiera los niños están a salvo. Frente a esta violencia, ¿a dónde va Siria?

Es mi convicción que la revuelta en Siria y en todo el mundo árabe ha sido fomentada por potencias extranjeras, por decirlo en términos un poco anticuados pero no menos verdaderos, por el imperialismo occidental que, tras la caída de la Unión Soviética, parece haberse vuelto insaciable y por ello feroz y violento. Es más, portador de una hipocresía que raramente ha tenido precedentes durante la historia. Hipocresía: ¿dónde estaba Occidente durante el genocidio en Ruanda? ¿Dónde estaba y está aún frente al exterminio de los cristianos en Darfur? ¿Dónde estaba durante el uso de gases contra los kurdos cuando Saddam era su aliado? Etc. etc. ¡Es una letanía que no acaba nunca! ¡Adónde va Siria, es difícil decirlo, y es muy triste! Pero adónde está yendo Occidente, si continua con este capitalismo despiadado, con esta hipocresía salvaje, con esta miopía política que ha creado a los talibanes – ya todos lo saben – y que apoya en todas partes al fundamentalismo islámico más fanático, quizás sea más fácil de prever: ¡al suicidio!    

– ¿Qué sucedería en caso de intervención militar?

Preferiría no pensarlo. Como han dicho otros más expertos que yo: ¡la catástrofe! En todo caso, sería el penúltimo paso hacia la muerte de los cristianos en Oriente Medio. Este es un proceso sin fin y en cuyo desarrollo histórico, por desgracia, ¡las potencias occidentales han tenido casi siempre un infausto y triste papel!

– Todos os líderes religiosos han alzado la voz contra una intervención militar externa. ¿Pero qué se puede hacer en concreto para acabar con el conflicto sirio?

Espero que el Santo Padre lance un llamamiento fuerte, como hizo Juan XXIII en la vigilia de la guerra, después disuadida, de Cuba. Entonces Khrushchev y Kennedy le escucharon. Esperemos que los que hoy gobiernan el mundo no estén sordos.

– El mundo occidental no comprende por qué los cristianos se han puesto de parte del régimen, y consideran cómplices a los cristianos. ¿Teme por la suerte de los cristianos en Oriente Medio si suben al poder los grupos fundamentalistas? ¿Podría explicarnos la situación de los cristianos y por qué generalmente son favorables al régimen? ¿Qué mensaje daría a Occidente para hacer entender la situación de los cristianos y cómo actuar?

No creo que no entienda, aunque sea muy obtuso. No quiere comprender, pues está cegado por su capitalismo desenfrenado y su ambición de poder ilimitado. También hay ignorancia. El que cree que la democracia puede instaurarse con las armas, no ha comprendido ni la “d” de la democracia (¡véanse Iraq, Afganistán, Túnez, Egipto y otra bonita compañía!). Es más, apuesto a que estos señores nunca se han leído el famoso discurso de Pericles que, se interprete como se interprete, sigue siendo la Carta Magna de la democracia. 

Está la incapacidad de distinguir, pero también la falta de voluntad. Es verdad que Siria no era un país democrático en cuanto a la libertad de expresión política. Pero era uno de los países más democráticos del mundo en lo que respecta a la democracia comunitaria, que en Occidente casi no existe, en cuanto que no existen comunidades étnicas y confesionales reconocidas, aparte de las grandes religiones y alguna confesión esporádica, y las minorías territoriales como el Tirol del Sur o Alto Adigio. El monopolio etnocultural de Occidente y de su sistema político que ha invadido el mundo es también una forma de “dictadura” que Occidente, con su prepotencia político-ideológica, se niega incluso a discutir.

– ¿Qué intereses económicos, políticos y sociales pueden ocultarse tras una intervención militar occidental?

Ante todo, credo, el interés de la industria armamentística que hace multimillonario al millonario. Este es el leit-motiv socio-político de Occidente hoy y en gran parte ya lo ha conseguido: hacer más ricos a los ricos y hacer riquísimos a los más ricos. ¡Estupendo, chapeau! Así Iraq, aunque fue un auténtico fracaso político, fue para los grandes productores de armas un gran éxito, y así todas las guerras de los últimos 23 años. ¡Que Dios nos salve de lo peor!