Papa: Callen las armas en Siria, el choque no resuelve los problemas

El Papa Francisco lanzó este domingo un nuevo llamamiento por la paz en Siria en el que pidió encontrar una solución pacífica a la guerra y más sensibilidad de la comunidad internacional por la trágica y tensa situación que vive el país.

“El enfrentamiento no ofrece perspectivas de esperanza para resolver los problemas, sino la capacidad de encuentro y de diálogo”, afirmó después del rezo del Ángelus, e invitó a “tener siempre encendida la esperanza de paz”.

Según filtraciones a la prensa recogidas por Radio Vaticano, en Washington se piensa en un ataque que podría empezar en breve con el apoyo de Londres. Desde Rusia se ha hecho un llamamiento a no repetir los errores de Irak.

Investigación del ataque químico

Este lunes empieza la inspección de la ONU sobre el uso de armas químicas en Siria en la periferia de Damasco presuntamente atacada con gas nervioso la semana pasada, después de que el régimen lo autorizara este fin de semana, un permiso que llega demasiado tarde según los Estados Unidos.

El Gobierno de Assad ha asegurado una “plena colaboración a los inspectores de la ONU, incluido el cese total de las hostilidades en la zona interesada”: camino libre inmediato, por tanto, a la investigación sobre el uso del gas nervino sobre la población civil, hecho que imputan los rebeldes al régimen.

Médicos sin Fronteras ha confirmado haber atendido a un elevadísimo número de personas con síntomas de intoxicación. Entre ellos al menos 350 murieron en los hospitales de la ONG.

¿Intervención militar?

Rusia reivindica un éxito diplomático por haber convencido al régimen a colaborar y pone en guardia a América contra una posible intervención. Pero también Irán marca su personal “línea roja” y advierte a Washington: “si atacáis Siria, esperad consecuencias gravísimas”.

Por otra parte, sobre la crisis que se está dando en el país se reúnen hoy lunes la Liga Árabe en El Cairo, y los jefes de estado mayor occidentales y musulmanes en Amán.

Mientras tanto Obama aplaca la furia de Francia y de Gran Bretaña que querrían una intervención inmediata: el jefe de la Casa Blanca ha afirmado que sin el consentimiento de la ONU, en Siria no habrá una acción militar, ya que Rusia está preparada para imponer su veto. En la inseguridad, sin embargo, Washington refuerza su presencia naval en el Mediterráneo: otro barco acaba de llegar para apoyar a la sexta flota estadounidense.

Dirigiéndose a la comunidad internacional, el Papa Francisco pidió “que se muestre más sensible hacia esta trágica situación y ponga todo su empeño para ayudar a la querida nación Siria a encontrar una solución a una guerra que siembra destrucción y muerte”.

Por su parte, el nuncio en Damasco, monseñor Mario Zenari, afirmó que no es posible permanecer mudos frente al grito de tantas víctimas inocentes en Siria y confesó que reza para que los responsables de la comunidad internacional muestren sabiduría y prudencia.

“Hay que actuar de manera que no se repitan estos crímenes, estas masacres”, declaró a Radio Vaticano. “Hay que encontrar los medios más adecuados y más oportunos, que no compliquen la situación”, añadió.

Según un análisis de Il Sismografo, el conflicto sirio –hoy guerra civil- ha provocado más de cien mil muertos (algunas fuentes hablan de doscientos mil), entre ellos entre siete y ocho mil niños; y más de cuatro millones de refugiados y desplazados. Además, aumentan los riesgos de un “contagio” bélico a países y regiones vecinas, en primer lugar el Líbano.