El Cardenal Arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, se encuentra en la capital colombiana, promocionando el próximo Congreso Mundial de la Divina Misericordia, que se realizará en Bogotá del 15 al 19 de agosto de 2014. Este será el Tercer Congreso Mundial, después de sus ediciones en Roma (2008) y en Cracovia (2011).
Durante su visita, “Guadium Press” le preguntó al cardenal Schönborn sobre cómo la Divina Misericordia puede influir en los matrimonios, tras las graves estadísticas sobre separaciones: “Miren a los niños, los efectos de la división de los padres, los efectos que eso causa en los niños”, explica el arzobispo de Viena que invita “a la misericordia con los niños es uno de los caminos posibles para sanar esa situación”.
Aquí la entrevista íntegra: http://es.gaudiumpress.org/content/49563-Cardenal-Schonborn—Justicia-sin-misericordia-vuelve-a-ser-duda–Misericordia-sin-justicia-es-morbida-
“Los padres tienen conflictos dramáticos entre ellos y hacen pesar esos conflictos sobre las espaldas de sus niños”, continúa en la entrevista, “es falta de misericordia con sus niños”. “No es culpa de los niños si los padres no pueden vivir juntos”, finaliza.
Momentos antes y para presentar el Congreso Apostólico Mundial de la Misericordia, el cardenal Schönborg ofreció una rueda de prensa junto con con el padre Patrice Chocholski, Secretario General del Congreso; y Mons. Julio Hernando García Peláez, Obispo de Istmina-Tadó, Colombia, y director del Comité Organizador local del Congreso.
El arzobispo de Viena afirmó que se pensó en América Latina para este Congreso porque “es el continente de la esperanza” y colombia, “porque es un país que tiene una gran vitalidad”.
Por su parte, monseñor García Peláez explicó que "será una ocasión muy significativa para Colombia", sobre todo porque es un país que convive con las consecuencias de la violencia y un conflicto de más de 50 años y mostró como uno de los propósitos el tener "muchos apóstoles de la misericordia".
El Congreso Apostólico Mundial de la Misericordia nació como una respuesta eclesial a la invitación del Evangelio y en unión al llamado de Juan Pablo II de hacer de la Divina Misericordia el núcleo central de la revelación, elementos que están consignados en la Encíclica ‘Dives in Misericordia' del beato Pontífice.
"Hay misericordia sin verdad. No hay justicia sin verdad. Pero la justicia sin misericordia vuelve a ser duda. Misericordia sin justicia se hace floja; mórbida se dice en italiano. Por eso, la verdadera justicia es dar a cada uno lo que necesita, definición clásica de la justicia distributiva. (…) La llamada a la misericordia es siempre una llamada más de justicia. A una justicia auténtica, verdadera. No se puede vivir el compromiso de la misericordia sin una llamada fuerte a la justicia. Pienso que el Papa Francisco nos habla muy claramente de eso".
Hoy celebramos a...