Será beatificado en Villa Cura Brochero (Córdoba) el día 14 de septiembre
El lugar elegido para la Beatificación del Pbro. José Gabriel del Rosario Brochero será el cerro de la Cruz donde se levanta el monumento al Sagrado Corazón de Jesús (llamado por algunos el “Cristo blanco”). Ese sitio, ya desde la época del Padre Brochero fue lugar de peregrinación de los Ejercitantes. Ante la Cruz, que dio nombre al cerro, se ofrecían los frutos y propósitos de los Ejercicios.
Modelo de sacerdote de pueblo
Ordenado sacerdote en 1862, pronto fue asignado al curato de San Alberto, en Córdoba, Argentina. Tenía un vasto territorio a su cargo, aislado, alejado, con difíciles accesos, zona de sierra y de inclemencia climática. Pero allí estaban sus ovejas incomunicadas que tenían sed de Dios. Por ellos, comenzó a llevar grandes contingentes de personas a Córdoba, a la ciudad, para hacer ejercicios espirituales según la modalidad de San Ignacio. 200 kilómetros caminaba con los hombres y mujeres, atravesaban sierra, nieve, lluvia, todo a pie en senderos a 2000 metros de altura.
El camino renovaba a los hombres, sí, pero el cura gaucho decidió emprender en su propio curato una casa de ejercicios para evitar estos viajes. Así nació la casa de ejercicios en Villa del Tránsito. Hasta el día de hoy, es incesante la peregrinación de fieles a esta casa de retiros en medio de la sierra.
Por eso, montaba su mula el cura brochero, el cura gaucho, buscando a su gente. Así veía sus necesidades y buscaba fondos para ellos, para la construcción de caminos, construía colegios, y todo lo que necesitaban. Es más, en su afán de asistir al moribundo, contrajo la lepra al negarse a rechazar un mate que un paisano enfermo le ofreció. Brochero enfermó.
Tras soportar intensos dolores junto con su hermana a pocos metros de la Casa de ejercicios que el fundó, el Cura Gaucho falleció el 26 de enero de 1914.
Su causa de beatificación generó en Roma cierto estupor: se trataba de un hombre que, no se ocultaba, no era modelo de hombre bien hablado. Pero su evidente fama de santidad, y el apoyo de todo el episcopado argentino, hasta hace poco presidido por el cardenal Jorge Bergoglio, consiguió que la Argentina entera pidiera con oraciones su llegada a los altares.
Fue en diciembre, previo a la Navidad, cuando llegó la noticia que confirmó su beatificación. Lo que nadie preveía entonces es que quien proclamaría beato al cura Brochero sería nada menos que otro cura gaucho, el padre Jorge Bergoglio.