El Papa reza el Ángelus con los fieles en el centro de Río
Los abuelos son esenciales para los jóvenes, que en esta Jornada Mundial de la Juventud les mandan un cariñoso saludo. El Papa Francisco volvió al tema de la solidaridad entre generaciones, una vez más, durante el Ángelus rezado hoy con los fieles desde el balcón del arzobispado de Río.
“Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar. En estas Jornadas Mundiales de la Juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos. Los saludan con todo cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente”.
Precisamente hoy, fiesta de san Joaquín y santa Ana, gran parte de los países católicos – especialmente en América Latina – celebran el día de los abuelos. “En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad”.
Los abuelos de Jesús “forman parte de esa larga cadena que ha transmitido el amor de Dios, en el calor de la familia”, añadió el Papa. “Qué importantes son en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia”.
Al respecto, quiso citar el Documento conclusivo de la conferencia de Aparecida, del que él fue uno de los redactores principales, recordando que niños y ancianos “construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida".
“Sintámonos como una gran familia – dijo a los presentes – y dirijámonos a María para que proteja a nuestras familias, las haga hogares de fe y de amor, en los que se sienta la presencia de su Hijo Jesús”.