Esperanza ante la decisión de La Haya
Desde el 16 de enero de 2008, Peru y Chile se encuentran en un litigio en el Tribunal de La Haya por cuestiones marítimas.
Perú solicita a la corte que establezca un límite marítimo entre ambos países, ya que según su postura éste no ha sido fijado, determine la entrega de un triángulo exterior, más allá de las 200 millas marítimas y determine que el límite marítimo comienza en el lugar donde la marea es más baja, es decir en el punto 266, o Concordia.
Chile por su parte, estima que los límites marítimos fueron fijados en los Tratados de 1952 y 1964, que el triángulo exterior solicitado por Perú es alta mar, y que el límite donde comienza la frontera marítima es el Hito 1, fijado como tal en el Tratado de 1929, anterior a la jurisdicción de la corte.
Durante años, los países no han conseguido ponerse de acuerdo y en breve se espera que el Tribunal de La Haya tome una decisión al respecto.
Iglesia, Fraternidad y Unidad
Durante los días 19 y 20 de julio, las conferencias episcopales de Chile y de Perú se reunieron en el encuentro "Perú-Chile: el rol de la Iglesia en las relaciones bilaterales", donde mostraron la necesidad de “un irrestricto respeto y acatamiento del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya”.
“Queremos contribuir a profundizar las relaciones entre nuestros pueblos, ligados por el territorio y la pertenencia a la gran patria latinoamericana y, además, por tantos lazos históricos y de fecunda vecindad”, comienza el comunicado firmado por los obispos de Perú y Chile: “junto a la riqueza y diversidad de las culturas originarias, el don de la fe cristiana es uno de los cimientos de la identidad y unidad de nuestra realidad histórica y cultural, la cual queremos servir desde el Evangelio de Cristo”.
En el comunicado entran a valorar la actual situación jurídica de la disputa histórica y destacan que “las relaciones entre nuestros pueblos están llamadas a basarse en el respecto y sujeción mutua a los acuerdos convenidos y al derecho internacional”.
Lejos de posibles interpretaciones y reproches, los obispos de Chile y Perú ven el fallo de La Haya como “una gran oportunidad histórica para dar estabilidad y profundizar en nuestras relaciones bilaterales, basadas en la confianza y la cooperación”.
Las dos conferencias episcopales abogan por una mirada global y una acción conjunta entre los pueblos y destacan las buenas relaciones entre Tacna y Arica y sus respectivas Iglesias diocesanas: “son un ejemplo alentador”.
“Se han multiplicado las relaciones comerciales y se hace cada vez más sólida una visión de Estado en el plano de las relaciones políticas”, destacan los prelados, alertando de la “fragilidad y ambigüedad de relaciones centradas sólo en el plano comercial y en las cúpulas políticas”.
Finalizan su comunicado reiterando que “la nueva realidad que hoy se abre como una gran oportunidad” y piden el fortalecer el “dinamismo y la creatividad de la solidaridad y de la amistad”.