Ciudades fantasma: 4 millones de viviendas vacías en España

Caritas-Española presentó el documento “Diagnóstico del modelo residencial y propuesta para otra política de vivienda”, en el que muestran cómo el actual plan de vivienda continúa cometiendo los mismos errores del pasado y, olvidándose de las personas, tiene como objetivo “reactivar el sector de la construcción”, afirmaban los autores del estudio.

“En España existen entre tres y cuatro millones de viviendas vacías”, afirma José León Paniagua, uno de los autores del informe, que explica cómo “el esfuerzo en gestión pública es inexistente”.

En el Informe se hace un análisis de la oferta y del modelo de producción actual en el mundo de la vivienda y deja constancia de que “se ha producido muchísimo” y además el precio de las mismas es desproporcionado: “se necesitan seis veces la renta neta bruta anual para acceder a la vivienda y la población está alejada de este bien”, explicaba José León Paniagua.

Impacto sobre la estructura social

De igual manera, aborda la problemática de la falta de alquiler en España y destaca que la política de vivienda ha dirigido que la ciudadanía se haya decantado por la compra: “Nada es casual, hay una política que va fomentando la compra de la vivienda”.

Esto, tiene como consecuencia, que en los últimos años se construyan unas 600.000 viviendas al año, lo que produce un gran impacto sobre la estructura social, con una tasa de emancipación más elevada y una natalidad más baja. Datos, que explicaban, “están asociados al modelo residencial y a la oferta de mercado”.

De igual manera se expresó Victor Renes, también autor del estudio, que explicó la gran preocupación de Caritas por las situaciones de alzamiento y desahucios y que defendió la posibilidad de un nuevo modelo de alojamiento para la situación de Sin Techo.

Vivienda, bien de vecindad

El secretario general de Caritas-Española, Sebastián Mora, presente en el acto, explicó que el derecho a la vivienda produce “un gran impacto en la vida de las personas”, argumentando que ya no se sabe si la vivienda es la causa, el síntoma o la consecuencia de la crisis actual, puesto que “está todo muy interrelacionado”.

“La vivienda es un bien de justicia, es un bien de vecindad, de comunidad y de sentido y produce una dinámica de fraternidad”, explicó Sebastián Mora, que informó sobre la aportación a este ámbito en los últimos años desde Cáritas Española: “se dedica cerca de un 10% de los recursos a las ayudas a la vivienda”.

¿Dación en pago?

Por su parte, la Defensora del Pueblo negó que la dación en pago sea una solución, porque explicó “se deja a las personas en la calle”. “¿Dónde van esas personas?, ¿Qué les queda?”, afirmó Soledad Becerril defendiendo la tesis de una segunda oportunidad.

Según esta tesis, el dejar en la calle sería lo último y defendió la posibilidad de distintas negociaciones, “la expulsión cuando no se puede pagar debería ser lo último”, explicó Soledad Becerril.

La Defensora del Pueblo denunció la falta de datos oficiales sobre la situación de las viviendas protegidas. “Comenzamos una pequeña investigación, pero los registros de las Comunidades Autónomas no concuerdan y los datos obtenidos son difíciles de encajar”, explicó Soledad Becerril, que también defendió la creación de un “parque de viviendas en alquiler a nivel nacional".