¿Devoción o Folclore? La importancia del Rocío diario
La romería del Rocío vivió en esta madrugada su momento más importante. Los Almonteños saltaban la reja para llevar “en volandas” a la Reina de las Marismas. Durante la noche se multiplicaron los rezos, las plegarías y las avemarías. Un momento de devoción y de silencio previo al espectáculo mediático que supone el comienzo de la procesión. ¿Qué hay detrás de esta explosión de fervor?
“Es fácil comprenderlo cuando se vive desde dentro”, explicaba para El Espejo de Fin de Semana de la Cadena COPE, monseñor José Vilaplana, obispo de Huelva, “Llevo aquí siete años y para mí fue fácil entender este amor porque lo conocí de la mano de las familias”.
Monseñor José Vilaplana explicaba que “la Virgen del Rocío esta siempre en todos los momentos de la Vida, en el nacimiento de un niño, en las enfermedades. El Rocío diario es muy importante”. “Este, el del día de Pentecostés, es quizá el que más se ve pero esa devoción esta muy arraigada en Andalucía y en Huelva”, afirmó el obispo de Huelva.
La crisis también se nota en el Rocío
La romería del Rocío comienza oficialmente con la llegada del Simpecado de Villamanrique de la Condesa y en ese momento ya se pudo observar que la cifra de personas que pasan todo el fin de semana en la aldea onubense ha disminuido. Los aparcamientos no están llenos y el área de acampada este año sólo se ha cubierto al 38%, debido a las condiciones económicas actuales.
“Hay una afluencia de personas diferente a otros años”, explicaba monseñor Vilaplana, “menos gente que vive todo el rocío, pero la gente no deja de venir a ver a la Virgen aunque sea un ratito”. El obispo de Huelva destaca que la Virgen María es Madre y acoge todas las preocupaciones de sus hijos. En estos momentos de crisis, los rocieros acuden “a buscar consuelo y ayuda”.
Esto fue lo que intentó mostrar el obispo durante su homilía, en la Eucaristía del domingo por la mañana, afirmando que “no hay una sociedad nueva sino hay hombres y mujeres nuevos renovados por el amor de Dios” y pidiendo ante la virgen que sea “el amor el que guíe todas las instituciones”.
Un Año Jubilar
El Rocío es una experiencia que no sólo se vive la noche de Pentecostés. Es algo más. La Virgen en el día de hoy recorre todas las calles de la aldea visitando las casas de las hermandades sin un orden preestablecido y con un itinerario sólo marcado por ciertas visitas obligadas.
Es recibida con cánticos y con plegarias hasta bien entrado el mediodía y este acompañamiento es el que más impresiona al obispo de Huelva: “Es admirable que la Virgen esté “en volandas” desde las 3 de la madrugada hasta la 1 del mediodía del día siguiente”.
Es un acompañamiento continuo que ha podido confirmarse durante todo el Año Jubilar otorgado a la romería por Benedicto XVI, debido a la gran devoción que se respira y a ser el bicentenario del voto de fe y acción de gracias del pueblo de Almonte, conocido como “El Rocío Chico”.
“Impresiona cuando la Virgen baja de Almonte”, explica el obispo de Huelva, “aquí son 23 horas, pero durante los 9 meses que pasó en Almonte diez personas se quedaban a velarla por las noches”. De esta manera, muestra monseñor José Vilaplana se explica la relación familiar que tienen los romeros con la Madre del Señor.