Monseñor Francis Chulikatt denunció el pasado 17 de abril en la sede de la ONU en Nueva York que no se está prestando suficiente atención a la violencia sexual perpetrada contra las minorías religiosas. Lo hizo en el debate sobre Violencia Sexual en los Conflictos Armados que está teniendo lugar en las Naciones Unidas estos días, en base a la resolución 1325.
El observador de la Santa Sede se refirió al reciente informe presentado por el Secretario General, Ban Ki Moon, sobre el uso de la violación en conflictos armados, pero encontró “decepcionante” que el informe “no destaque los ataques realizados contra las víctimas mencionadas, basados en sus creencia religiosa, a pesar de la persistencia de tales actos en casi cada región del mundo”.
La semana pasada Ban Ki-monn entregó al consejo de seguridad de la ONU una lista con 12 países que actualmente se encuentran en guerra y donde se sospecha que existen casos de violencia y abuso sexual, especialmente hacia las mujeres y niñas. http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=26207
Los países son: Afganistán, República Centroafricana, Colombia, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Malí, Myanmar, Sudán del Sur, Somalia, Siria, Yemen y la región sudanesa de Darfur. http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=S/2013/149
Hay países donde ocurren hechos de violencia sexual en períodos posteriores a crisis, como son Bosnia y Herzegovina, Liberia, Libia, Nepal, Sierra Leona, Sri Lanka y Timor Leste.
Monseñor Chullikat se ha referido a los datos de este informe y ha lamentado los continuos episodios de violencia sexual que no hacen más que esclavizar y torturar a las víctimas. “Las mujeres pueden y deben desempeñar un papel más importante como aliados de la paz!”,
Por ejemplo ha citado: la violación, la esterilización forzada, el secuestro con fines de explotación sexual y la esclavitud sexual, “por nombrar sólo algunos de los actos atroces de violencia que atentan básicamente contra las mujeres y las niñas”.
Según Chullikat las razones de estas barbaridades son varias. En algunos casos, sirve como una estrategia para desplazar poblaciones, con el fin de obtener acceso a los recursos naturales o para facilitar el tráfico de drogas, mientras que en otros casos se convierte en una forma de ventilar el odio para una cierta raza, etnia, o como represalias políticas y económicas.
En este sentido ha instado al Consejo de Seguridad a realizar una serie de acciones para paliar el tema de la violencia sexual en los conflictos. Por ejemplo, propone fomentar la educación y la moral de las fuerzas armadas para que no se permitan estas acciones. Pero también campañas de sensibilización a favor de la mujer en la sociedad.
Por otro lado pide que la violencia sexual sea incluida en la definición de los actos prohibidos en los acuerdos de alto el fuego y vigilada como parte de los mecanismos establecidos en esos pactos. “Se deben tomar las medidas apropiadas para reafirmar la prohibición pura y simple de estos crímenes, así como la responsabilidad penal de los responsables de su comisión”
También considera necesario y urgente ofrecer ayuda (material, social y espiritual) a todas las víctimas. “La violencia sexual tiene consecuencias físicas y psicológicas devastadoras, a veces incluso mortales”. Por ejemplo propone "el acceso a servicios de terminación de embarazos seguros" ya que en estos países predomina “la cruda realidad de la supresión de la vida humana, la muerte del niño inocente que aún no nacido”.
Para más información: http://www.holyseemission.org/statements/statement.aspx?id=412