La tragedia de Boston vuelve a poner de manifiesto el problema del mal: no hay otro camino que el de volver a proponer el amor a los hombres.
En esta entrevista de Aleteia al arzobispo de Filadelfia, monseñor Charles Chaput, el prelado aborda también la espinosa cuestión de los abusos sexuales en su diócesis.
Filadelfia ha sido sacudida por un escándalo de abuso sexual. ¿Cuánto ha afectado esto a los fieles y, qué salida ve usted?
En realidad, la expresión "sacudidad por un escándalo” puede ser retirada junto a los otros clichés de los medios de comunicación. Las personas se vuelven adictas a los titulares sensacionalistas y la droga de la ira. Y entonces dejan de pensar con claridad sobre cómo suceden estas tragedias y la mejor manera de prevenirlas en el futuro. El escándalo de los abusos en la Iglesia es inexcusable. Niños inocentes y familias han sido heridos terriblemente.
Como Iglesia – y por "nosotros mismos", me refiero ante todo a nosotros, los obispos – estamos muy adoloridos por lo que ellos han tenido que soportar, les ofrecemos nuestras oraciones y nuestro apoyo material para ayudarlos a que se curen. En la última década, los católicos de Philadelphia han sido frustrados por los pecados y los errores ocurridos aquí. Sería un milagro si no tendrían la moral baja.
Una salida de este tipo de problema, para los obispos y otros líderes católicos, es actuar con honestidad, humildad y justicia en el trato con las víctimas y la renovación de la Iglesia. Con el tiempo, este tipo de testimonio es la única cosa que cura.
¿Cómo cree que el Papa Francisco tendría que proceder en este ámbito? ¿Qué le sugeriría?
El Papa parece saber muy bien qué hacer. Él no necesita de mi consejo. Su actitud es simple, directa y honesta. La gente tenía muchas ganas de este tipo de liderazgo, ya sea dentro de la Iglesia y en todas partes. Vivimos en un capullo moderno de relaciones públicas, marketing y control de mensaje. Cualquier líder que dice simplemente la verdad, y la dice de forma simple, es como una lluvia en un desierto.
¿Cuáles cree que son los principales temas que la a Iglesia moderna – y el nuevo Papa – deben abordar absolutamente?
La preocupación de Benedicto XVI por la incapacidad del hombre moderno, o su rechazo, para creer en Dios , es bastante sabia. La fe nos da un sentido y nos alimenta el alma, crea esperanza. La esperanza nos libera del miedo y nos libera de la preocupación obsesiva por nosotros mismos. Ese tipo de libertad nos permite ver realmente la dignidad de los demás, y luego actuar con caridad hacia los otros.
Aunque a veces, la química puede funcionar al revés. Cuando actuamos impulsados por el amor, y por ninguna otra razón que aliviar el sufrimiento de un ser humano, aquel amor nos cambia. Esto nos lleva a creer que el bien puede lograrse; que el mundo puede cambiar. Cuando tenemos esperanza, abrimos nuestra imaginación y nuestra alma a cosas superiores a nosotros mismos.
Esto le permite a Dios darnos la semilla de la fe. Entonces, pienso que el énfasis especial que el Papa Francisco hace en el servicio a los pobres, a la misericordia, y a la necesidad de actuar simplemente por amor, toca el corazón moderno de una manera muy poderosa.
La reforma es una palabra que escuchamos mucho durante el cónclave. ¿Cómo piensa usted que el Papa debería proceder con la reforma de la Curia?
Siempre me han gustado las palabras del arquitecto de la Bauhaus (escuela), Mies van der Rohe: "Menos es más". La simplicidad funciona en la vida y en las organizaciones. Pero esta no siempre es posible, y no es la única habilidad que un lider necesita, porque las personas son complejas. Pero es un principio importante para llevar la tarea de la reforma.
¿Y qué hay acerca del llamado Banco del Vaticano, el IOR? ¿La transparencia en eso, es algo que preocupa a los obispos estadounidenses?
La claridad en las finanzas es una buena cosa, muy buena. Los recursos de la Iglesia, en última instancia, le pertenecen a su gente, vivos y difuntos. La Iglesia debe preservar estos recursos para el futuro de su pueblo. Y utilizar los recursos para hacer el trabajo del Evangelio en nombre de ellos. Por lo tanto, los líderes de la Iglesia tienen el deber de ejercer con mucha transparencia financiera y disciplina, como las mejores prácticas de negocio requeridas.
Como jefe de una gran Arquidiócesis en EE.UU., encuentra dificultades en relacionarse con la Santa Sede? ¿Qué es lo usted cree que se tiene que cambiar en Roma?
Siempre he sido bendecido con muy buenas relaciones con Roma. Muchos de los líderes con quienes he tratado en el Vaticano, en mis años de obispo, han sido muy admirables en el desempeño de sus funciones.
Principalmente, estoy muy preocupado por mi propia conversión, la reforma y la renovación de la Iglesia en Filadelfia. Esto es más que suficiente para pensar.
¿Qué pasa con la importancia de la libertad religiosa?
Los creyentes religiosos, actúan solos y en comunidades, mantienen vivos los mejores ideales de una nación. La libertad menos religiosa llega a opacar el alma de las personas en la sociedad. Al final, no existe la "persona humana", los derechos humanos y la dignidad humana, sino existe un Dios vivo para garantizarlos.
¿Qué piensa del atentado en Boston?
El mal existe, y algunas personas lo eligen. El resultado es siempre alguna forma de sufrimiento, algunos asaltos de odio a la vida inocente. La única respuesta al odio es que nosotros mismos vivamos más puramente y devotamente como discípulos de Jesucristo. No podemos controlar el mundo, pero podemos llevar a otros hacia el camino del amor a través de nuestro testimonio. Esta es la única respuesta duradera a una tragedia como la de Boston.
Hoy celebramos a...