El portavoz de la Conferencia Episcopal Chilena recuerda que la Iglesia apoyó a las víctimas de la dictadura
La Iglesia católica siempre ha apoyado a las víctimas por la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, ha aclarado el portavoz de la Conferencia Episcopal Chilena.
Jaime Coiro ha explicado que los documentos del gobierno estadounidense filtrados por WikiLeaks fueron publicados poco después del golpe de Pinochet, en momentos en los que la Iglesia todavía no contaba con información precisa sobre las represalias cometidas por los militares.
WikiLeaks reveló este lunes dos millones de documentos sobre la política exterior de Estados Unidos en el periodo de 1973 a 1976.
En uno de los cables, fechado en 1973, el entonces subsecretario de Estado de la Santa Sede, el arzobispo Giovanni Benelli, consideraba "propaganda comunista" las informaciones sobre los atropellos cometidos por el régimen militar.
En declaraciones a la agencia EFE, Coiro explica que "probablemente esas han sido notas preliminares, porque la información confiable sobre lo que estaba ocurriendo en Chile no se tuvo en forma inmediata".
Según el portavoz episcopal, "no se conocía en detalle la magnitud del quebrantamiento de la institucionalidad". Y añade que esto "puede explicar que sus contenidos sean tan discrepantes de lo que fue la postura de la Iglesia en materia de derechos humanos".
En ese sentido, recordó el papel que desde el primer momento desempeñó el cardenal Raúl Silva Henríquez, arzobispo de Santiago de Chile, en la defensa de los derechos humanos y en la creación, en 1973, del Comité Pro Paz y en 1975 de la Vicaría de la Solidaridad.
El cardenal Silva Henríquez, quien también fue presidente de la Conferencia Episcopal en plena dictadura, escribió en sus memorias que "la Iglesia chilena tuvo en la Santa Sede un gran aliado en la defensa y la promoción de los derechos humanos", recuerda Coiro en sus declaraciones a EFE.
La labor en ese periodo de Silva Henríquez, fallecido en 1999, ha sido reconocida por todos los sectores de la sociedad chilena, explica el portavoz.
En el documento filtrado por Wikileaks se afirma que el entonces subsecretario de Estado del Vaticano había indicado que los obispos chilenos le habían asegurado que las denuncias en los medios de comunicación internacionales acerca de la represión desatada tras el golpe del 11 de septiembre de 1973 eran "infundadas".