Monseñor Gómez: inmigración, la reforma más urgente de los derechos civiles

(RADIO VATICANO) El arzobispo de Los Angeles, monseñor José Gómez, presidente de la Comisión para la inmigración de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), ha realizado un llamamiento urgente para una reforma integral de la ley sobe la inmigración que garantice a los inmigrantes un acceso a la obtención de la ciudadanía.

Lo ha hecho con palabras fuertes, invocando la tradición de acogida y a los principios fundacionales de los Estados Unidos que la actual sociedad americana parece haber olvidado: “Hemos perdido la capacidad de aceptar la humanidad de los hombres, mujeres y niños que viven ilegalmente en nuestro país, y esto como pastor me preocupa. Me preocupa que estemos perdiendo parte del alma de nuestra Nación”, ha dicho el prelado en una intervención en una conferencia organizada por la comunidad hebrea de la ciudad (Agencia CNS).

Recordando las grandes batallas de los años ’60 por los derechos civiles en los Estados Unidos, monseñor Gómez definió la reforma de la inmigración como “la más urgente de los derechos civiles de nuestro tiempo”. El arzobispo, de origen mexicano, ha señalado con el dedo al crimen organizado de la inmigración irregular y a las políticas opresoras adoptados con respecto a ella: expulsiones, arrestos, familias separadas a la fuerza.

“No soy un político, soy un pastor. Pero aquí estamos hablando de seres humanos, de padres y maridos que, sin preaviso, no podrán volver a casa con sus propias familias durante décadas. Estamos hablando de políticas gubernamentales que castigan a los niños por los actos de sus padres”. Según mons. Gómez, este modo de afrontar la cuestión de la regulación de los flujos migratorios es el fruto de una sociedad secularizada que ha perdido “la capacidad de hablar de los problemas en términos religiosos y morales”.

En este sentido las comunidades cristianas y hebreas pueden realizar su contribución: “Debemos ayudar a nuestros hermanos y hermanas a recordar la visión que inspiró el nacimiento de América: la de la Biblia y el Evangelio”, afirmó el prelado que además recordó la invitación realizada por el Papa Francisco en la misa de inicio de pontificado, que pedía: “custodiar”, cuidar a todos los seres humanos.

“Debemos comunicar a los que están cerca de nosotros esta visión de Dios y de la persona humana que está hecha a imagen y semejanza de Dios. Somos todos hijos e hijas de Dios y nadie es extranjero”, concluyó el arzobispo de Los Angeles.
Desde hace tiempo los obispos americanos llevan a cabo una intensa batalla para favorecer las políticas que tutelen los derechos y la dignidad de los inmigrantes y piden una reforma que equilibre el respeto al Estado de Derecho con la tradición de acogida del país. Petición dirigida al presidente Obama en un encuentro reciente con una delegación de 15 líderes religiosos.