El Vaticano desmiente que Bergoglio tuviera que ver con la dictadura

Es verdad: el nuncio apostólico en Argentina Emil Paul Tscherring recibió una llamada del Papa Francisco la noche de la elección con la que invitaba a los argentinos a no afrontar un viaje largo y costoso para venir a Roma para la Misa de inauguración de pontificado y darles ese dinero a los pobres.

“Es una invitación a sentirse libres –especificó con una sonrisa el padre Lombardi, portavoz de la Santa Sede, en su reunión con los periodistas- no una prohibición: ¡no se mirará mal a los argentinos que decidan venir!”.

El nuncio contó también a Lombardi que “se respira en Buenos Aires es un clima de alegría y de oración, mucha gente va a Misa y en la parroquia donde antaño celebraba Bergoglio, el párroco estuvo confesando todo el día, tras el anuncio de la elección, incluso a personas que no se confesaban desde hace 15 o 20 años”.

Un clima muy distinto del que sugieren las acusaciones que se han publicado en estos días con respecto a que el cardenal Bergoglio participó activamente en la dictadura argentina. Sobre esto Lombardi ha querido ser muy claro “las acusaciones deben ser rechazadas con decisión, no son creíbles”. “La campaña contra Bergoglio –afirmó el portavoz vaticano- se remonta a hace muchos años y se conoce perfectamente su origen “anticlerical”.

Se refiere a cuando Bergoglio todavía no era obispo de Buenos Aires, en relación a dos sacerdotes a los que presuntamente no protegió del arresto y de las torturas de los militares. No ha existido nunca, informó Lombardi, “una acusación creíble hacia él, sólo una vez fue escuchado en un juzgado y fue como persona informada de los hechos”. Existen, por el contrario, “muchísimas declaraciones sobre todo lo que hizo el actual Papa para proteger a muchas personas durante la dictadura” y “se sabe todo esto porque la Iglesia pidió perdón por no haber hecho bastante durante ese periodo”. El mismo viernes por la mañana, el sacerdote húngaro-alemán que sobrevivió a ese secuestro “ha declarado en Alemania que tras la liberación los dos se reunieron con Bergoglio y concelebraron juntos con una pública y plena declaración de comunión”.

La misma comunión que el Papa Francisco ha demostrado en la audiencia a los cardenales a los que, como destaca Lombardi, “ha llamado ‘hermanos’ y no ‘señores’”.

Este modo de comportarse del Pontífice está llamando la atención y llena de curiosidad a los periodistas a los que el portavoz ha transmitido las confidencias del director del Santa Marta que ha relatado como el Papa, llegando a la mesa para comer cuando los cardenales ya estaban sentados, ha buscado un hueco para sentarse sin haber reservado sitio.

Del mismo modo, contó que cuando Francisco pasó a retirar sus cosas de la Casa del Clero, ha saludado a los trabajadores de allí preguntándoles sobre sus familias, con una familiaridad que ha hecho emocionarse a todos los presentes. “Gestos sencillos que no están sobrevalorados –destacó Lombardi respondiendo a otra pregunta- sino que el pueblo percibe fácilmente y con alegría” y que son signo de “un estilo de pobreza evangélica, muy libre y muy bella para todos”.

La agenda con los primeros compromisos del Pontífice ya se ha hecho pública: “probablemente –añadió el portavoz vaticano- la toma de posesión de la basílica de San Juan, muy importante para el Papa ya que es obispo de Roma, se realizará después de Pascua”. Por tanto “la Misa de Jueves Santo se celebrará en San Pedro y no en San Juan como es costumbre, porque es difícil organizar la toma de posesión tan pronto después de la elección”.

La última pregunta de los periodistas ha sido: ¿Cómo hace un Papa jesuita con el cuarto voto mediante el que se pide a los jesuitas obediencia al Pontífice? “El cuarto voto de los jesuitas –explica Lombardi- está relacionado con la obediencia al Santo Padre en las misiones que este quiera confiarles para el servicio de la Iglesia. La elección del Papa, dispensa a Bergoglio de este voto pero el resto de jesuitas deben cumplirlo”.