La elección del Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano, ha recorrido como una ola de gozo al continente que Juan Pablo II llamó “el continente de la esperanza”, pues concentra la mitad de los católicos que hay en el mundo.
Para Jorge Traslosheros, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Papa Francisco “es un digno representante de la ortodoxia propositiva capaz de mostrar la doctrina de la Iglesia sin ambigüedades, desde la esperanza”.
En una primera valoración del Pontífice número 266 de la Iglesia católica, Traslosheros subraya que es “profundamente cristocéntrico y mariano, valora con gozo la riqueza de la religiosidad popular; habla con firmeza de los temas innegociables, cree en la opción preferencial por los pobres y denuncia por igual las injusticias del neoliberalismo como los abusos del populismo”.
Mientras tanto, para el sacerdote español, escritor, presentador de televisión y fundador de los Franciscanos de María, Santiago Martín, el Santo Padre Francisco, “es un Papa humilde pero que sabe gobernar”. En su opinión, “los cardenales le han elegido por ambas cosas”.
La responsabilidad de la Iglesia en Argentina
En la opinión de Sebastián Sánchez, escritor argentino, autor del Diccionario de Autores Católicos Hispanoamericanos y antiguo encargado de educación y de cultura de la provincia de Neuquén, “somos católicos, argentinos e hispanoamericanos y esos tres términos adquieren hoy una significación trascedente y decididamente inesperada. El Espíritu Santo se ha manifestado y ha bendecido a Hispanoamérica y a la Argentina. Hoy América -más que nunca- es el Continente de la Esperanza”.
Para Sebastián Sánchez, el 13 de marzo de 2013 “es el día más trascedente de la historia argentina y, junto con el Descubrimiento y la Evangelización, el más importante de Hispanoamérica”.
Por su parte, Pablo Yurman, abogado, profesor adjunto de Ética en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina, Sede Rosario, y de Historia Constitucional Argentina, Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Rosario, el Papa Francisco, como buen jesuita, posee una “solidísima formación intelectual y espiritual”, es llamado a ocupar el ministerio de Pedro “en una época en que en toda Latinoamérica, pero en especial en Argentina, soplaban vientos huracanados de violencia”.
Más adelante, Yurman señala que, pastoralmente, el Papa Francisco es “reconocido por su grey, por su don de gente y su humildad y ascetismo con el que seguramente se vincula el nombre Francisco por él elegido”. En lo que respecta a su postura frente al poder, Yurman afirma que “tuvo definiciones políticas en aquello que desde el poder político rozaba la dignidad de las personas, como los proyectos de legalización del aborto y del mal llamado matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Y como historiador Yurman explora la raíz jesuítica del nuevo Pontífice y apunta que “quizás sea designio de los tiempos: hubo hace siglos una situación difícil para la Compañía de Jesús, que tanto había colaborado con la evangelización de América, principalmente con los pueblos guaraníes, cuando por decisiones políticas tomadas por una Iglesia eurocéntrica, y por presiones del poder civil y económico de entonces, se expulsó a los jesuitas de estos pueblos, los cuales quedaron de alguna manera a la deriva. Hoy el Papa Francisco es el primer jesuita en llegar al Papado y al mismo tiempo el primer Iberoamericano en hacerlo. Quizás se hora de pasar de una Iglesia eurocéntrica a otra con rostro más universal”.
Una grata emoción para Latinoamérica
Para el obispo de Tehuacán, México, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, “no deja de ser importante el origen del nuevo Papa: Argentina, Latinoamérica”, pero, según el purpurado, eso no fue lo principal de su elección, “sino el conjunto de sus rasgos personales y pastorales”. Si bien es cierto “no deja de provocar grata emoción para los latinoamericanos”, resulta también un compromiso para nuestra adhesión a él, junto con la Iglesia Universal”. En relación a Benedicto XVI y los papas anteriores, apunta monseñor Aguilar Martínez, “ya iremos comprobando que hay continuidad y también novedad”.
El sacerdote franciscano, fray Eulalio Gómez Martínez, de la Provincia San Pedro y San Pablo en México y Guardián de la fraternidad “Fr. Gabriele M. Allegra”, del Colegio Internacional San Antonio, en Roma, rememora: “hace unos cuatro años lo conocí en Buenos Aires, cuando fui como miembro de una comisión internacional franciscana; él presidio una Eucaristía en San Francisco; concelebramos, y lo saludamos brevísimamente en la sacristía: muy sencillo en su trato y su vestir, hombre de Dios, sin interés por reflectores que, a veces, todo lo banalizan; apreciador de los frailes, con mucho sentido de lo social, palabra y pensamiento bien confeccionados”.
Entre otras de las impresiones que destaca fray Eulalio Gómez de las primeras palabras del Papa resalta que “es muy consciente de venir de una realidad no europea, y de que es la hora de tomar más conciencia de que otras regiones eclesiales tienen una palabra y una presencia que aportar a la vida de la Iglesia Universal; este solo hecho inicia un cambio de esquemas mentales en muchos”.
Finalmente, el arzobispo de Morelia, México, monseñor Alberto Suárez Inda reflexiona que siendo el nuevo Papa un hijo de San Ignacio de Loyola, llama la atención que haya querido llamarse Francisco, “aunque hay que tomar en cuenta que San Francisco de Asís es el patrono de Italia, y un modelo de virtud evangélica que fue llamado por el Señor a restaurar su Iglesia”.
Alegría desde Brasil
Por su parte, el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani João Tempesta, mandaba su primer mensaje al papa electo: "Saludamos con mucha alegría al Papa. Y nos dará mucho gusto recibir aquí, en Rio de Janeiro, al Papa Francisco. Él ya estuvo en Brasil durante su participación en la Conferencia de Aparecida. Fue el alma del Documento de Aparecida, un documento que le debe mucho a él".
"Él vivió la primera Jornada Mundial de la Juventud en Argentina. Ahora, en la segunda Jornada de América Latina, él estará en Río de Janeiro. El nombre "Francisco" demuestra sencillez, y llega justo en este momento nuevo de la iglesia. Significa trabajo, misión, evangelización, espiritualidad y oración. Es lo que los jóvenes necesitan. Agradecemos al Espíritu Santo por esta elección".
Hoy celebramos a...