Rechazo a la reforma propuesta por el Gobierno
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina (CNJP) mostró ayer su rechazo a la reforma de la justicia que pretende poner en marcha la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y que, afirman, no contribuiría precisamente a “democratizar la justicia”, como reza el lema.
Para que se diera una verdadera democratización de la justicia, advirtieron los responsables de la comisión, “los gobernantes deben estar al servicio de la Ley y no las leyes al servicio de los apetitos o deseos de quienes gobiernan”.
En su documento, dado a conocer a través de la agencia AICA, la CNJP manifiesta sus dudas sobre la reforma anunciada por el Gobierno, que iría en detrimento del equilibrio de los poderes, sino que produciría más bien una politización aún mayor de la justicia.
Una verdadera democratización de la justicia, plantea la CNJP, debería tener como meta “organizar una Justicia de menor cuantía, cercana y de bajo costo, a la que todos puedan tener acceso y que resuelva los litigios con celeridad y sencillez”, de manera que se ayude de verdad a los estratos menos favorecidos de la sociedad.
“En la Argentina, en general solamente los pobres van a la cárcel, y padecen allí la ausencia de condiciones mínimas de dignidad. La lentitud de los procesos judiciales, afecta en mayor medida a quienes no tienen tiempo ni recursos para aguardar su resultado, como muestra de manera patente la situación de tantos jubilados que litigan infructuosamente contra un Estado insensible”.
Además, afirma este organismo de la Iglesia, “las presiones sobre los jueces y los condicionamientos que puedan imponer los grupos o poderes económicos, son inadmisibles”. Pero es mucho pero “la utilización del poder estatal, o la amenaza de su uso, para torcer la voluntad de los jueces a favor de los intereses del Gobierno”.
La politización de los jueces “es inadmisible y conspira contra la neutralidad que cabe exigir de ellos”, añade la CNJP. El Ejecutivo debería hacer que las instituciones judiciales actuales cumpliesen verdaderamente con lo previsto en la ley, antes de plantear cualquier reforma.
Sobre la creación de las cámaras de Casación, que añadirían lentitud a los procesos judiciales, los obispos sospechan “que lo realmente buscado no es agilizar los procesos, sino crear tribunales superiores a los existentes, con jueces íntegramente designados a gusto de las actuales mayorías, que puedan modificar la jurisprudencia en un sentido favorable a la autoridad política”.
El texto completo puede leerse en:
http://www.aica.org/5418-justicia-paz-se-pronuncio-sobre-la-reforma-del-poder-judicial.html