Dos gestos, ambos realizados a las 20 horas de esta noche, cierran formal y simbólicamente el pontificado de Benedicto XVI.
En Castel Gandolfo se cierra el portón de la residencia pontificia, y el piquete de honor de la Guardia Suiza deja el sitio a la Gendarmería vaticana, que desde ahora en adelante se ocupará de la seguridad de Joseph Ratzinger.
A la misma hora, son sellados tanto el apartamento papal en el Palacio apostólico vaticano y el ascensor que sube directamente al apartamento.
Así lo explicó hoy el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, en el encuentro diario con los periodistas acreditados cuyo número, con ocasión del final de este pontificado, ha aumentado exponencialmente. Actualmente hay 3641 comunicadores acreditados ante la sala de prensa vaticana, de 968 cabeceras periodísticas distintas, de 24 idiomas y 61 países distintos. Más detalladamente, 336 son representantes de prensa escrita, 156 fotógrafos, 2470 operadores TV, 231 operadores radio y 115 prensa internet.
El último tuit de la cuenta @pontifex lo enviarán los colaboradores del Papa después de que éste haya partido del Vaticano. Esta cuenta permanecerá en suspenso hasta que el nuevo Papa decida qué uso hacer de ella..
A las 16,55 horas aproximadamente, el Papa dejará en helicóptero el Vaticano, y a las 17,30 más o menos está prevista su llegada a Castel Gandolfo, a cuya llegada saludará por última vez como Papa a los fieles de la ciudad.
A las 20 horas comenzará la sede vacante. El decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, enviará mañana la carta formal de convocatoria al resto de los cardenales para que acudan a Roma para el inicio de las Congregaciones generales. Se trata de un gesto formal, pues la mayoría se halla actualmente en la Ciudad Eterna para despedir a Benedicto XVI.
De hecho, hoy en la sala Clementina estaban presentes, dijo Lombardi, 144 cardenales entre electores y no electores (el total son 208). Hasta ahora, sólo dos cardenales han renunciado a acudir, el indonesio Julius Riyadi Darmaatmadja y el escocés Keith O'Brien. Sin embargo, el padre Lombardi advirtió que “otros cardenales no están bien, y hay que verificar si pueden venir y ser asistidos de forma adecuada”. La constitución apostólica Universi Dominici Gregis, de hecho, prevé la posibilidad de que haya electores enfermos en Roma y que se les asista para que puedan votar.
Finalmente, el padre Lombardi habló de los “numerosos mensajes de saludo y agradecimiento al pontífice de todo el mundo”. Destacó una carta de miembros del clero y fieles chinos dirigida a Benedicto XVI, “particularmente apreciada por el Papa”, pues éste dedicó “una particular atención a China y reservó un lugar especial en su corazón a la Iglesia en este país”.
Hoy celebramos a...