Explica los detalles monseñor Celata, vicecamarlengo de la Santa Iglesia RomanaEl Motu proprio que el Papa Benedicto XVI ha aprobado hoy para regular las normas de elección del Sucesor de Pedro, y que lleva el nombre de Normas Nonnullas, introduce cinco cambios respecto a la legislación vigente, cuyo alcance ha explicado hoy a la prensa monseñor Pierluigi Celata, actual vicecamarlengo de la Santa Iglesia Romana.
Las modificaciones, aseguró monseñor Celata en su intervención, tienen como objetivo “asegurar un mejor desarrollo del Conclave”, adecuándolo mejor a las circunstancias que pueden rodear la Sede Vacante.
El primer cambio significativo es la fecha. Hasta ahora, la Universi Dominici Gregis establecía un periodo de entre 15 a 20 días desde el inicio de la Sede Vacante hasta el comienzo del Conclave. Esta fecha se determinó en 1922, cuando el Papa Pío XI fue elegido en ausencia de los cardenales americanos, ya que no les dio tiempo a llegar a Roma (entonces no existían las aerolíneas intercontinentales).
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Por ello, el Papa, en el Motu Proprio, permite anticipar la fecha si se dan todas las condiciones para ello. Esta decisión compete tomarla a la Congregación por mayoría absoluta, que incluye a todos los cardenales, tanto los electores como los no electores.
La condición es que se espere a todos los cardenales, excluyendo a aquellos que hayan decidido no participar o sean impedidos. Y esta es otra de las modificaciones previstas en el Motu Proprio (la norma 35 de la Constitución, tal como explicó monseñor Celata a la pregunta de una periodista): quien decide no participar en el Conclave se autoexcluye del mismo, y por tanto no forma parte de él.
El tercer cambio es el número de votos necesarios para la elección del Romano Pontífice. El Motu Proprio establece ahora que sean necesarios dos tercios de los votos de los cardenales electores presentes. En caso de tener que repetir las votaciones por no alcanzar los votos requeridos, se excluyen los candidatos objeto del empate.
Respecto a la violación del secreto del Conclave y de las congregaciones generales previas, el Motu Proprio indica que la pena para los transgresores será la excomunión latae sententiae cuya remisión está reservada a la Sede apostólica.
Otra de las modificaciones es que la Misa votiva Pro eligendo pontífice, y que preside el cardenal decano, se celebre el mismo día que inicia el Conclave, para que puedan participar en ella todos los cardenales.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas presentes, monseñor Celata precisó que un cardenal, a no ser que sea depuesto de este rango, no puede perder su condición de elector. Precisó también que quien se autoexcluye no puede ser admitido posteriormente.