Preguntas sobre el cónclave, Joseph Ratzinger, y su sucesiónLa renuncia de Benedicto XVI ha abierto una fase inesperada en la vida de la Iglesia: ¿Qué va a pasar con el Papa actual? ¿Seguirá vistiendo de blanco? ¿Será otra vez cardenal? ¿Quién gobierna a la Iglesia cuando no hay Papa? ¿Cuándo se elegirá al nuevo Papa?
La situación actual suscita muchas preguntas. Algunas tienen respuesta, otras todavía no. Te invitamos a participar: ¡envía tu también tus preguntas a Aleteia!
Las primeras cuatro pueden leerse aquí
–¿Qué hará Benedicto XVI durante el cónclave y la sede vacante?
Benedicto XVI no participará en el cónclave de elección de su sucesor. Benedicto XVI no participará tampoco en las congregaciones generales de los cardenales que preparan el cónclave. De hecho, ni siquiera vivirá durante todo ese período de la sede vacante en Roma. Tras su renuncia, el 28 de febrero, permanecerá en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros de Roma. De esta forma, el actual pontífice pretende evitar toda influencia sobre la elección de su sucesor.
–¿Que sucederá con el anillo del pescador de Benedicto XVI?
El anillo del pescador de cada Papa es símbolo de la sucesión entre el romano pontífice y San Pedro, a quien Cristo hizo “pescador de hombres”. Es el anillo con el que en el pasado los Papas sellaban los documentos papales. Cada Papa ha tenido un anillo diferente. Según la costumbre, tras la muerte del Papa, el anillo es entregado inmediatamente al cardenal camarlengo y roto.
Si bien reconoció que el asunto está siendo estudiado en el Vaticano, el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en uno de los encuentros con los periodistas consideró que se puede suponer que anillo será roto el 28 de febrero, día en el que entrará en vigor la renuncia del Papa y en el que la sede de Pedro quedará vacante, como sucede con la muerte del obispo de Roma.
–¿De qué color vestirá Benedicto XVI tras su renuncia?
El Papa, a diferencia de los demás obispos y cardenales, viste de blanco. El color de su sotana se remonta al pontificado de san Pío V, elegido en 1566. Hasta ese entonces el obispo de Roma vestía como cualquier obispo, de color rojo. Ahora bien, ese Papa, dado que era dominico, orden religiosa de hábito blanco, quiso mantener en sus vestiduras este color también. Desde entonces los papas siguieron utilizando la sotana blanca hasta el punto de convertirse en un elemento característico. ¿Qué sucederá con la sotana de Benedicto XVI tras su renuncia?
El padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha reconocido que por el momento no se ha podido responder a esta cuestión, que está siendo analizada en el Vaticano, al igual que otros aspectos de protocolo inéditos que se derivan del carácter extraordinario de la renuncia del Santo Padre.
–¿La renuncia del Papa facilitará una renovación en la Iglesia?
La declaración de renuncia pronunciada por el mismo Papa permite responder afirmativamente a esta pregunta.
Como puede apreciarse, Benedicto XVI no ha renunciado por motivos de grave enfermedad. En la declaración de su renuncia, que leyó a los cardenales (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2013/february/documents/hf_ben-xvi_spe_20130211_declaratio_sp.html), hace referencia a la falta de fuerza física. Ahora bien, aclara al mismo tiempo que estas fuerzas, que ahora siente desfallecer, son necesarias para gobernar la Iglesia ante los grandes desafíos que debe afrontar “el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio”.
Según Luis Badilla, periodista de Radio Vaticano, “no es correcto pensar que Benedicto XVI haya llegado a la conclusión, después de mucha oración y meditaciones, de que sus fuerzas son insuficientes para guiar a la Iglesia. Creo más bien que el Papa se ha preguntado e interrogado ante todo por las prioridades y urgencias de la Iglesia de hoy, llegando a la conclusión de que se necesitan empujes vigorosos y renovados y por eso ha decidido que su deber era crear las condiciones para que esto suceda”.
Lo mismo afirma el padre Antonio Spadaro S.I., director de la revista “Civiltà Cattolica”, quien, comentando la declaración de la renuncia del Papa, afirma que éste “entiende espolear a la Iglesia. Imagina una iglesia ‘vigorosa’, por tanto, valiente para afrontar los desafíos de los rápidos cambios y de los desafíos de las cuestiones de gran relevancia para la vida de la fe” (Cf. http://www.cyberteologia.it).