Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 19 abril |
San Francisco Solano
Aleteia logo

Anda, Jesús te espera en el sagrario

© sodalicio.org

Claudio de Castro - publicado el 21/01/16

Crecí escuchando historias de sor María Romero, la beata que realizó grandes obras por los más pobres. Mi madre, María Felicia Soto, fue una de sus primeras misioneritas en Costa Rica, cuando estudiaba en el Colegio Superior de Señoritas. La conoció muy bien y vivió con ella aventuras espirituales increíbles. A su lado, vio milagros innumerables y conversiones extraordinarias.

Me cuenta que cierta vez sor María fue al sagrario y le preguntó a Jesús:
— ¿Quién soy yo, Jesús?
Una voz clara, salida del sagrario respondió:
—Tú eres la predilecta de mi Madre y la consentida de mi Padre.
—Y de ti, ¿quién soy?,  volvió a preguntar sor María.
— ¡Mi amada!

Le encantaba colocar rosas frescas, de su rosal, muy cerca del sagrario para que el dulce aroma de las flores le llegara a Jesús.

Solía recordar estas anécdotas cada vez que iba a visitar a Jesús en algún oratorio o una capilla.  Imaginaba largas conversaciones con Jesús.

Un día fui a verlo. Me quedé con Él, acompañándolo, recordando nuestra amistad de la infancia y le pregunté:

“¿Qué quieres de mí?”

La respuesta no se hizo esperar. En lo más hondo de mi alma escuché su voz, tierna, llena de un amor inimaginable.

Era clara como el viento, fuerte como una tempestad, y me decía:

“Escribe. Deben saber que los amo”.

Regresé a mi casa un poco confundido y empecé a escribir y  narrar mis aventuras con Jesús.

Pensé que las personas se burlarían de mí si les contaba. Ya me habían llamado: “bicho raro”.

“Soy un bicho raro para Jesús”, respondía.

No estaba muy a gusto publicando estas historias. Pero sentí que debía hacerlo y seguí adelante, un escrito tras otro, que dieron lugar a mis primeros libros.  Y de pronto ocurrió lo inesperado. Empezaron a llegar testimonios increíbles de los lectores, contándome cómo mis libros les habían cambiado sus vidas. Yo quedaba impactado. Y me preguntaba: “¿Cómo era eso posible?”

No siempre comprendía lo ocurrido y los enviaba al sagrario para que le agradecieran a Jesús.

Aun hoy recibo de diferentes países, correos que me llenan de esperanza y me motivan a continuar.

Hace unos días una joven me contó que fue a una librería y uno de mis libros se cayó de la estantería frente a ella. Lo recogió del suelo y lo acomodó en su lugar. Siguió ojeando otros libros y el mío volvió a caer su lado. Vio esto como una señal y lo compró. Se titulaba: EL SAGRARIO.

“Sus historias me ayudaron mucho”, me dijo emocionada. “Ahora voy al sagrario y visito a Jesús todos los días”.

“Me encanta ir al sagrario para estar con Jesús. Es mi mejor amigo”, le respondí. Por eso le recomiendo a todo el que puedo:

“Anda, Jesús te espera”.

Desde el sagrario Jesús te mira, con tanta ilusión, buscando un gesto de amor de tu parte, un:

“Te quiero Jesús”.

¿Se lo dirás?

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más