La Cuaresma está llegando a su fin.
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¿Qué puedes hacer en esta Cuaresma de la Misericordia? ¿Qué voy a hacer yo?
- Orar con frecuencia y con fidelidad. Levantarme a rezar laudes con mis hermanos religiosos y tener varios momentos al día para visitar al Señor en el Sagrario.
- Dedicar más tiempo a la lectura espiritual y menos a internet. Profundizar en mí para ir convirtiendo mi corazón.
- Buscar ratos en la mesa para hablar con mis hijos y mi esposa de la Cuaresma, de aquello que nos cuesta, de aquello que tenemos que procurar cambiar.
- Acudir al Sacramento de la Reconciliación y pedir perdón al Señor. Volver a casa, volver al Padre.
- Abrazar mucho y, con mi abrazo, acoger y querer sin condiciones al hermano que tengo al lado.
- Pasear algún rato en soledad por las calles de mi ciudad. Contemplar la vida cotidiana y ofrecerme al Señor para hacer mejor esa cotidianeidad más inmediata.
- Hacer una donación económica a la parroquia, a alguna institución de la Iglesia o de ámbito cívico y social. Compartir también el dinero que tengo.
- Llamar a mis padres, a mi hermano, a mis abuelas… con más frecuencia estos días. No dejar que me pueda la pereza o el trabajo y esforzarme por darme más a ellos en la distancia.
- Contemplar a mi mujer, su tarea, su entrega, su amor hacia todos. Valorarla, cuidarla y ponerla en el centro de mis desvelos y cuidados. Reconvertirnos en nuestro amor conyugal.
- Celebrar la Eucaristía varias veces en la semana.
- Estar presente en las redes sociales cuidando especialmente mis tonos y mis aportaciones. Abandonar la crítica y proponer la misericordia.
- Repetir cada día, por la mañana, “aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad”.
No son sacrificios. No son prohibiciones. No son NO. Son SÍ. Un SÍ rotundo a abrirme a la misericordia del Padre, al encuentro con Jesucristo. Quiero ponerme en sus manos, afrontar estos días previos a su Pasión con renovadas fuerzas. Quiero acompañar al Señor en su desierto, en su misión, en su entrega por amor.
Hoy comienza la Cuaresma de la Misericordia y yo no quiero que sea una más.
Un abrazo fraterno – @scasanovam