Hoy he estado con trescientos jóvenes, de veinte institutos diferentes de la Comunidad de Madrid. Chicos y chicas de edades parecidas, pero cada uno con sus sus miedos y sus anhelos. Con corazones similares, a pesar de los diferentes “looks” y a los que conviene recordar, que cada uno de ellos, en sí mismo tiene un valor absoluto.
He estado en la presentación en España del Proyecto Scholas Ciudadanía. Si no os suena, investigad, porque merece la pena.
Más tímidos, más lanzados; unos con necesidad de dar la nota y otros buscando la seguridad en un rincón. Chicos y chicas que bien podrían ser mis hijos. Así que por este motivo he prestado mucha atención a todo lo que sucedía.
La Fundación Internacional Scholas Occurrentes es una entidad impulsada por el Papa Francisco, con una amplia trayectoria en Latinoamérica, pero que está iniciando su andadura en España y que tiene muy buena pinta.
Estarán toda la semana debatiendo diferentes asuntos que les preocupan como la presión social, el acoso o los estereotipos juveniles. También hablarán de motivación, del trabajo en el colegio y de cómo es la relación con sus profesores. Un programa educativo, que pone en el centro a los jóvenes para escucharles, sin excluir la diversión de todo el proceso, e invitarles después a ser adultos más comprometidos, impulsando primero su propia transformación para transformar después su entorno.
A mis hijos aún les quedan unos años para estar en esta clave, pero espero que tengan ocasiones similares para encontrarse con personas diferentes a ellos, para afirmar su identidad, abriendose sin temor a aquello que es diferente. La Fundación Scholas Ocurrentes realiza una labor muy interesante, una apuesta necesaria para pensar en un futuro mejor, con el protagonismo de quienes no tienen los prejuicios que tenemos los adultos. Con iniciativas así es más fácil mirar al futuro.
Las conclusiones del trabajo de esta semana, las conoceremos el viernes. Estaré pendiente. @amparolatre