En la VIII Cumbre de las Américas los pueblos originarios clamaron por acciones concretas en defensa de sus derechos
En la fiesta de las Américas los pueblos originarios también fueron escuchados. ¿Qué podrían decir los integrantes de las naciones amazónicas -como los llamó el papa Francisco en su última visita al Perú- a los líderes políticos y estadistas de las grandes economías de la región?
Alrededor de 300 representantes de organizaciones de nativos de siete países de Latinoamérica pusieron sobre la mesa acciones concretas para preservar la Amazonía durante la VIII Cumbre de las Américas que se realizó el viernes 13 y sábado 14 de abril en la ciudad de Lima.
“Nuestra ‘casa común’ está en peligro. Nosotros formamos parte de ella. Somos 826 pueblos indígenas que vivimos en armonía con la madre tierra desde nuestros ancestros”, expresan en uno de los considerandos de la Declaración del Foro de los Pueblos Indígenas que se analizó durante esta Cumbre de las Américas 2018.
¿Qué necesita el corazón de las Américas?
Tras los acuerdos de las siete cumbres realizadas los miembros de los pueblos originarios advierten que aún no se han implementado medidas para el ejercicio de sus derechos colectivos en los estados miembros.
En el documento demandaron garantizar el consumo de productos tradicionales de alto valor nutricional. “Las comunidades no quieren producir y consumir los productos originarios”, lamentó Ketty Marcelo, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap) en declaraciones a la prensa extranjera.
Con el objetivo de ponerle freno a la migración de los pueblos a la ciudad solicitaron en la declaración, el desarrollo de programas sociales que fomenten la agricultura familiar. El documento elaborado con el aporte de los integrantes de los pueblos originarios de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Panamá y de Perú busca reivindicar sus derechos territoriales, jurídicos y económicos.
Frente a la imposición de mega proyectos extractivos, en minería e hidrocarburos, que en nombre del desarrollo destruye la madre tierra, los pueblos originarios que preexisten a los estados desde tiempos ancestrales solicitan la implementación de procesos de participación y consulta previa, antes de adoptar normas, políticas, programas y medidas susceptibles de afectar a los pueblos indígenas.
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