Quizás también te pase eso de que tu marido siempre puede completar pequeños detalles que no recuerdas en las historias o que tú siempre le recuerdas los nombres de la gente. Pues resulta que no es solamente porque a ti se te dé regular contar historias y que él no sea muy bueno con los nombres; se debe a que las parejas en relaciones largas desarrollan sistemas de memoria interconectada.
Se denomina “memoria colaborativa” y se acentúa con la duración de la relación. A medida que las parejas van envejeciendo, incluso empiezan a confiar el uno en el otro para completar recuerdos personales. Y claro, cuanta más intimidad haya entre la pareja, más interconectados se vuelven sus sistemas de memoria.
Curioso, ¿verdad? Supongo que eso de que “los dos se harán una sola carne” funciona a niveles más profundos de lo que pensábamos.