Perdieron todo lo que tenían. Sin embargo, en lo alto del Cerro Chalpón, en la región Lambayeque al norte del Perú, sólo permanecía un histórico madero que alumbraba sus días. En medio de la emergencia los pobladores hicieron lo que estaba a su alcance, para conservar intacta la única réplica de la Cruz de Motupe que en esta Semana Santa, cientos de miles de devotos no podrán visitar en su Santuario.
“La avalancha de agua vino hacia nosotros, subimos por el techo de las casas para salvarnos, todo el tiempo llevaba conmigo una crucecita”, comenta una sobreviviente de los tres deslizamientos de lodo y piedras que generó el fenómeno “El Niño” producidos en 1972, 1993, y 1998. La mujer al igual que otras familias, vive alrededor del camino que lleva al Santuario de la Santísima Cruz de Motupe. Luego de las fuertes precipitaciones, todo quedó destrozado, a lo largo de los más de tres kilómetros del camino que conduce a la Cruz.
Pobladores rescatan Cruz
De rodillas, sin zapatos, o cumpliendo algún tipo de sacrificio, llegan hasta la cueva donde se encuentra el madero que desde 1860 fue tallada por el religioso franciscano Juan Abad, quien eligió dicho lugar como santuario de oración en busca de alcanzar la santidad.
Ni los huaicos pudieron arrancarles a los motupanos esta reliquia. Las fuertes lluvias provocaron cataratas a lo largo del camino. El santuario había sido afectado y declarado en emergencia. Alrededor de 200 metros del perímetro en el camino que llevaba hacia ella desapareció. El madero quedó atrapado.
Una endeble escalera y el coraje del guardián que la custodiaba trajeron de vuelta la Cruz. Los propios moradores fueron a su rescate. Del mismo modo que lo hicieron cuando la cruz fue sustraída de su Santuario en 2011. Los ladrones la habían despojado de los anillos de plata que llevaba el madero, luego de dejarlo partido en cinco pedazos en un terreno baldío.
Camino de fe
De la escalera de caracol que conectaba a la cueva donde permanecía la Cruz, sólo queda un sinuoso camino desde donde discurre una corriente de agua hacia el pueblo de Zapote, asentado en las faldas del Cerro Chalpón. El ingreso a la Cruz de Motupe fue suspendido por deslizamientos de agua y rocas.
La carretera que comunica a la ciudad de Chiclayo con Motupe se encuentra interrumpida a la altura de los distritos de Túcume y Jayanca, luego del desborde del río La Leche. Sin embargo la cruz se encuentra a buen recaudo. Los pobladores con picos y palas en mano lograron quitar el lodo y barro del camino y trasladaron al sagrado madero a la parroquia San Julián de la ciudad de Motupe.
Los miles de turistas que año a año recibe el pueblo de Motupe ubicado a 79 kilómetros al norte de Chiclayo, en la región Lambayeque, no podrá visitar al milagroso madero en su Santuario. Las ansias por curar una enfermedad o agradecer un milagro, impulsa a peruanos y extranjeros que llegan en peregrinación en medio de una fiesta.
La Cruz del pueblo
Sin embargo los motupanos ahora sí lo tienen todo porque el madero permanecerá seguro al interior del templo, hasta que el gobierno disponga la reconstrucción del camino a la cruz para regresar la Santísima cruz a la capilla de Zapote donde se encuentra su Santuario en la cúspide del cerro.
En todo el Perú existen distintas cruces, cada una rica en tradición. La cruz de Motupe es la más atractiva y fervorosa en la región norteña. Según la historia el madero que medía 2,5 m de altura y pesaba 80 kilos, fue incrustada por el ermitaño, en una gruta natural, junta a ella se encontró una carta donde el religioso informaba que había dejado tres cruces talladas en la cima del cerro Chalpón, Cerro Rajado y Cerro Penachí.
Ante el anuncio de un cataclismo en el pueblo, los moradores encontraron la cruz. Desde entonces, el madero guarda consigo las mejores historias de fe de un pueblo que camina junto a ella, pero que en esta Semana Santa no se ubicará en su santuario.
Hoy celebramos a...