Aunque hay varios pueblos que se llaman Berlín en Estados Unidos, no se trata sino del muro que quiere construir –o, más bien, acabar lo que empezaron Clinton y Bush hijo- Donald Trump entre Estados Unidos y el resto del sur del continente americano. Con especial “dedicatoria” para México.
Según un artículo reciente, publicado en The New York Times, el gobierno del presidente Trump ya ha dado los primeros pasos concretos para cumplir con la promesa –quizá la promesa principal—de su campaña: construir un muro de 3,000 kilómetros y “físicamente imponente” que impida el paso de los malos a Estados Unidos.
El primer paso ha atraído a hombres de negocios de muchos países, incluyendo mexicanos. Se trata del proceso de licitación mediante el cual se adjudicará a las compañías (o a la compañía) que mejor capte el sentido de la muralla que quiere el presidente Trump. Al que perdure con el tiempo, con la Muralla China… o el Muro de Berlín.
Este proceso de apertura de licitación coincidió, el pasado viernes 17 de marzo con la difusión del primer plan presupuestario de Trump, que incluye fondos para la construcción y el diseño del muro que partirá en dos al continente americano. Según The New York Times, el presupuesto propone que se destinen 2,6 mil millones de dólares en “infraestructura táctica” y medidas de tecnología de seguridad en la frontera, incluido el dinero para planear, diseñar y comenzar a construir el muro.
“La solicitud de propuestas añade más detalles sobre los planes del Departamento de Seguridad Nacional para el muro, incluyendo el tipo de materiales de construcción que deberán usarse, su altura e incluso planes para que sea estéticamente agradable”, dice el rotativo neoyorquino, una de las grandes cabeceras periodísticas a las que Trump no ha sido parco en dejarle mostrar su aversión.
Ni los saltadores de pértiga olímpicos
Según la misma fuente, el prototipo de muro que estaría siendo construido por ser los ganadores de la licitación, sería un muro de concreto reforzado y de una altura impactante (nueve metros), aunque en algunos lugares puede bajar hasta 5,5 metros, pero nunca podrá bajar de esta altura, que es la que saltan lo que usan la garrocha en las Olimpiadas…
“Los postulantes deben considerar esta altura, pero los diseños con alturas de al menos 5,5 metros podrían ser aceptables”, establecen los documentos. “Los diseños con alturas de menos de 5,5 metros no son aceptables”. El asunto es que sea prácticamente imposible saltar sobre el muro o ingresar “al otro lado” mediante una escalera.
Para contemplar los temores de que los carteles de narcotraficantes (el del “Chapo” Guzmán es especialista en “narcotúneles” fronterizos) u otros puedan cavar túneles por debajo del muro, las propuestas piden diseños que “prevengan que se excave o se hagan túneles por debajo de él por un mínimo de dos metros por debajo del punto adyacente más bajo”.
Pero no se olvida la estética, y los documentos que posee el rotativo señalan que el Departamento de Seguridad Nacional también se menciona que el diseño debe buscar que el muro sea atractivo a la vista. Pero solamente para los que lo verán del lado estadounidense. Del lado mexicano lo van a construir lo más feo que puedan
“La parte norte del muro (la que da hacia Estados Unidos) debe ser estéticamente agradable a la vista según su color, la textura anti escalada, etcétera, y que sea consistente con el ambiente general que lo rodea”, indica la solicitud.
El muro fronterizo es parte de los planes más amplios de Trump de limitar de manera estricta la entrada a Estados Unidos de inmigrantes manera ilegal. Ha propuesto partidas presupuestarias de 314 millones de dólares para, a lo largo del próximo año, contratar y capacitar a 500 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza y a mil empleados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, según informó The New York Times.
Hoy celebramos a...