Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 19 abril |
San Expedito
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

Pepito, el niño que ofreció su vida por la de su madre adoptiva

web-peppino-giuseppeottone-pd

Public domain

Maria Paola Daud - publicado el 22/02/17

“Virgen mía, si mamá debe morir, por favor llévame a mí en vez de a ella” fueron sus últimas palabras

Pronto será beatificado Giuseppe Ottone, un niño italiano que murió a los doce años ofreciendo su vida por la salud de su madre adoptiva.

Pepito nació el 8 de marzo de 1928 en Benevento. De padre desconocido, sólo se sabe que su madre quedó embarazada después de una violencia sexual. Iba a ser abortado pero una amiga hizo desistir a la mujer de esta decisión y en noviembre fue adoptado por Domenico Ottone y Maria Capria. Por temor a que la madre natural se arrepintiera, decidieron trasladarse a Nápoles.

Gracias a su madre adoptiva, Pepito creció grande en la fe y en tantas otras virtudes. Sincero, disciplinado, siempre alegre, antes de entrar en la escuela pasaba por la Iglesia para una breve visita a Jesús en el altar, era el primero en la clase.

La madre era muy buena, pía y paciente, al contrario del padre, al que le gustaba beber y tenía el carácter muy fuerte, colérico. José era un ángel de paz en familia, ayudaba a la madre a soportar la violencia del padre que se emborrachaba continuamente.

Era también muy misericordioso a escondidas ayudaba a los pobres con las moneditas que conseguía ahorrar y muchas veces donaba la merienda que le daban para la escuela. Cada mañana un anciano esperaba el almuerzo que él le traía a escondidas y de vez en cuando invitaba a un amiguito menos afortunado a comer a casa.

Con gran fervor recibió la primera comunión a los 7 años. Muchas veces se iba en bicicleta hasta Pompeya a rezarle a la Virgen del Rosario a la cual tenía una gran devoción. Como a los chicos de su edad le gustaba leer, se inventaba aventuras con sus amigos y soñaba ser militar de la marina cuando fuera mayor.

Pero llegaron tiempos más duros, era la época de la primera guerra mundial y a su madre muy enferma la tuvieron que hospitalizar para realizarle dos operaciones muy delicadas, y más para aquellos tiempos. Pepito ante tal motivo y por el gran amor que tenía por su madre adoptiva se puso muy mal y angustiado. Temiendo por la vida de ella, pensó en ofrecerse al Señor a cambio de su madre.

El día que iba a ser operada su madre, el niño encontró en la calle una estampita de la Virgen de Pompeya, la recogió y besándola dijo: “Virgen mía, si mamá debe morir, por favor llévame a mí en vez de a ella”. Fueron sus últimas palabras, en ese mismo momento empalideció y cayó a tierra sin conocimiento.

Lo llevaron de urgencia al hospital donde estaba su madre. Ella al saberlo no se operó y corrió al lado de su hijo, que murió al día siguiente. En cambio María murió a los 88 años, en 1983.

Jesús aceptó el sacrificio del pequeño Pepito llevando su alma noble al cielo eterno.

Tags:
beatificacionniñossacrificiosantostestimoniovirgen maria
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.