“No puede un grupito de individuos controlar los recursos de medio mundo”, dijo el Papa Francisco durante la audiencia a los participantes del VI Forum Internacional “Migraciones y paz”, reunidos en Roma bajo el lema: De la reacción al acción (21 al 22 de febrero 2017).
“No pueden personas y pueblos enteros tener derecho a recoger solo las migajas. Y nadie puede sentirse tranquilo y dispensado de los imperativos morales que derivan de la corresponsabilidad en la gestión del planeta”, añadió en la audiencia que tuvo lugar en la sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano.
¿Dónde está tu hermano? Donde estabas tu, yo, nosotros frente a las tragedias de “las guerras, las persecuciones, las violencias, la muerte”. Así, invitó a tener sentimientos de “empatía” y “compasión” por los más débiles, “los hermanos y hermanas que migran, los refugiados, las víctimas de la trata”.
“La solidaridad” es “comprender las necesidades del hermano y de la hermana en dificultad y de hacerse cargo de ellas”.
“Valor sagrado de la hospitalidad”. Para nosotros los cristianos la “hospitalidad” es como recibir al mismo Jesús. “Era extranjero y me acogiste” (Mt 25,35). Es un deber de solidaridad cambiar la cultura del descarte y atender a los débiles, pobres y vulnerables, insistió Francisco.
Por esto, es necesario un cambio de actitud hacía el migrante y el refugiado. Cambiar cualquier actitud “de defensa” o “de miedo”.
Francisco exhortó a proteger especialmente a los “niños y adolescentes” que son forzados a “vivir lejos de sus tierras” y “separados de sus familias”. Particularmente vulnerables entre los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo.
Las 4 claves del Papa: Acoger, proteger, promover e integrar
1. Acoger
“Un cambio de actitud para superar la indiferencia”, instó el Papa. Acoger para salir del “egoísmo”, sentimiento que se alimenta hoy de “demagogias populistas”. El prójimo transformado en un “competidor, un súbdito por dominar”.
El Papa exhortó a “acoger” a quienes huyen de las “guerras” y “terribles persecuciones”. Personas “atrapadas” por “organizaciones criminales sin escrúpulos”.
“Abrir canales humanitarios” seguros y accesibles. “Una acogida responsable” y con dignidad de “nuestros hermanos y hermanas” en espacios “decorosos”.
El Papa aseguró que los campamentos de inmigrantes y refugiados (como el de Calais en Francia) no han dado resultados positivos y todavía producen “nuevas situaciones de vulnerabilidad y de malestar”.
“Programas de acogida difusa” en diversas localidades, indicó “facilitan el encuentro personal”. Estos “mejoran la calidad de los servicios” y tiene más éxito.
2. Proteger
Proteger a “millones de trabajadores migrantes” (irregulares – indocumentados) porque son los más “vulnerables a la explotación, el abuso y la violencia”, pidió Francisco, citando a Benedicto XVI.
Además, el Papa subrayó el respeto por la dignidad de “prófugos”, “solicitante de asilo” y “victimas de la trata. Y clamó contra los “traficantes de carne humana” que ganan dinero de las desgracias de los demás.
De esta manera, pidió que se implementen “instrumentos jurídicos, internacionales y nacionales, claros y pertinentes; cumpliendo decisiones políticas justas”.
3. Promover
No es suficiente proteger, hay que promover el “desarrollo humano integral” de migrantes, prófugos y refugiados. En todo, el plan debería englobar: “Justicia, paz y protección de la creación”.
El “derecho”, indicó, como un derecho “innegable” para cada persona en el acceso a los “bienes fundamentales” y ofreciendo “posibilidades de elegir y de crecimiento”. De ahí, predicó la necesidad de una acción coordinada por la “comunidad política”, la “sociedad civil”, las “organizaciones internacionales” y religiosas.
Promoción humana de los “migrantes” y sus “familias”, especialmente de sus “comunidades de origen”.
Es un derecho “poder emigrar” y quedarse en la propia “patria” con dignidad. Por ello, instó al desarrollo de la cooperación internacional a favor de los migrantes.
4. Integrar
“La integración que –señaló- no es asimilación, ni incorporación. Es un proceso bidireccional”. Reconocer “la riqueza cultural del otro”. No aislar al otro, ni tampoco “aplanar” su cultura. Por eso denunció el peligro de los guetos y el aislamiento.
“No encerrarse en la propia cultura y tradiciones”, instó al dirigirse a los migrantes para que se integren mejor en el país que los recibe. Respetar las leyes.
De igual manera, es necesario favorecer la “integración” de las familias y de “políticas” de “reunificación familiar”. “Sensibilizar” las poblaciones, apuntó. Se requieren “programas” para favorecer “el encuentro” con el otro.
Las comunidades cristianas ayuden a la “integración pacífica” entra la diversidad “étnica y cultural”, precisó. Un reflejo de la “catolicidad” de la Iglesia.
Acoger, proteger, promover e integrar son los “verbos” que Francisco desea se conjuguen de forma activa para ayudar a los “hermanos y hermanas” necesitados en la promoción de la “justicia, la civilización y solidaridad”.
Son “inaceptables las desigualdades económicas”, dijo el Papa Francisco. “Todos” pueden beneficiarse de los “frutos de la tierra”, es una cuestión de “justicia” y de “dignidad para cada persona”, reveló.
Sobre esta justicia,Francisco propuso el principio de subsidiariedad: Quien tiene el poder que también colabore en el bien común y en el desarrollo.
“Hacer justicia significa también reconciliar la historia con el presente globalizado, sin perpetuar lógicas de explotación de personas y territorios, que responden al más cínico uso del mercado, para incrementar el bienestar de pocos”, explicó.
“Las descolonización” ha sido retardada, dijo el Papa, al citar al papa Benedicto XVI. Una penalización y dependencia de los viejos países dominantes contra países desde hace poco independientes. “A todo esto se necesita remediar”.
En este sentido, es un deber el compromiso para mejorar la vida de los migrantes, refugiados y prófugos. Los principios fundamentales del respeto de la vida. Se trata de una “aplicación” de “valores de la acogida y la fraternidad”, que son “patrimonio común de la humanidad” y de la “sabiduría”.
Asimismo, el papa Francisco ha citado los “principios” de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre”. “Cada migrantes es una persona humana” con derechos que deben ser “respetados” en “cualquier circunstancia”.
Hoy celebramos a...