A mí me encanta hacer fotos, no soy profesional pero me gustaría un día llegar a serlo, y creo que, como en todo, la “práctica hace al maestro”.
A veces me sucede que voy a ver mis fotos en la computadora, y me digo: “¡Qué horror! ¡Qué foto tan fea hice!” Pero en muchas ocasiones, percibo que no todo es descartable: me gusta el color o las formas, o por ejemplo, cuando se traba el celular – como les haré ver ahora – , y la foto me sale con rayas, lo que la hace curiosa y única.
Entonces es cuando digo, ¿por qué no aprovecharlas en vez de eliminarlas directamente? Puedo poner una frase que me gusta, una frase motivadora, o simplemente dar los buenos días, o desear un lindo día a mis amigos compartiéndolas en las redes sociales.
En la actualidad hay un montón de aplicaciones que sirven para mejorar o modificar las fotos, e incluso se pueden hacer desde el mismo celular, sin tener que ir a la computadora. Yo uso el Canva y también el Paint, ambos programas fáciles de conseguir y de manejar.
Esto me hace pensar en mis relaciones con los demás, o con las cosas que me suceden. Muchas veces, la “fotografía” de mi vida no es perfecta, no sale como yo quiero. Pero ¿qué tal si estas imperfecciones, con creatividad e imaginación, las usamos para convertirlas en un don para los demás? ¿Cuántas veces nos cuesta mirar lo que no nos sale bien como una oportunidad para mejorar o para hacer algo nuevo, distinto?
Aquí van mis ejemplos:
¿Qué te parece? Anímate tú también y comparte tu foto “mal hecha”.
Hoy celebramos a...