John Glenn murió a los 95 años este jueves 8 de diciembre y será recordado por la historia como el primer astronauta estadounidense que dio la vuelta a la Tierra, a bordo de la nave Frienship 7 en 1962.
En 1998 rompió otro récord mundial: ser el hombre más mayor en el espacio, tenía 77 años y luego de su proeza declaró: “Para mí es imposible contemplar toda la creación y no creer en Dios”. Asimismo, fue senador durante 25 años, representante del partido demócrata.
La universidad de Ohio, su ciudad natal, anunció su muerte y lo presentó como modelo de pasión por la vida y un espíritu emprendedor que puede inspirar a las nuevas generaciones.
“Si hay una cosa que he aprendido en mis años en este planeta, es que las personas más felices y más satisfechas que he conocido son aquellas que se dedicaron a algo más grande y más profundo que simplemente su propio interés“, dijo Glen para la posteridad, el 3 de octubre de 1997, el día en que anunció que iba a donar sus documentos personales y del Senado y otros materiales a la Universidad Estatal de Ohio.
El presidente estadounidense saliente, Barack Obama, lamentó la muerte de “un icono y un amigo” y admitió que se “pasó la vida rompiendo barreras, pues defendió nuestra libertad como condecorado piloto de combate de los marines en la II Guerra Mundial y en Corea”.
Por su parte, el republicano Donald Trump, próximo presidente de EE.UU., también rememoró a quien calificó de un “gran pionero del aire y el espacio” y un “héroe que inspiró a generaciones futuras de exploradores”.
La Universidad Ohio lo recuerda como un hombre que durante décadas, más allá de los reconocimientos oficiales y honoríficos, se ganó la admiración de sus allegados debido a “ser un servidor, un modelo a seguir, dando muestras de valentía, pionero, disciplinado, explorador, trabajador , humilde, amable, gran pensador y dedicado a los demás”.