La situación en Bolivia era urgente: personas con discapacidades lanzaron repetidamente llamamientos al gobierno para adquirir más ayuda, pero sus peticiones cayeron en oídos sordos. Por eso decidieron acudir directamente a la sede del Gobierno con la esperanza de que sus voces se oyeran.
El viaje fue de 386 km y les llevó más de un mes, algunos de los manifestantes tuvieron que ser hospitalizados.
Se instalaron en la plaza de San Francisco, pero se les forzó a quitar sus tiendas. Tras varios meses acampados en Plaza Murillo, al grupo no se le ha concedido aún un encuentro con el presidente ni se han aceptado sus peticiones.
Fabián Aguirre decidió que no podía quedarse sentado y mirar la situación, especialmente durante el Año de la Misericordia, y con la situación de los niños discapacitados: discapacitado en Bolivia significa tener muy pocas posibilidades de cursar primaria.
El cantante y compositor decidió poner sus dones musicales al servicio de un buen propósito y realizó una pequeña obra de misericordia por estos niños. Para ayudarlo, reunió a un equipo de talentosos músicos y artistas, que generosamente donaron su tiempo y talento. Los esfuerzos de Aguirre también recibieron apoyo oficial de la Conferencia Episcopal Boliviana.
El resultado de esta colaboración es Mercy Proyect, (Proyecto de Misericordia), un álbum de siete canciones que combina el pop boliviano y el rock con una inspiración católica tradicional. Y todos los fondos del álbum serán donados a niños con discapacidad que reciben atención en el Centro de san Martín de Porres en Bolivia.
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Por Libby Reichert
Hoy celebramos a...