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3 incómodas pero necesarias conversaciones sobre sexo antes de casarse

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Kate Daigneault | Stocksy United

Christine Stoddard - Aleteia For Her - publicado el 04/11/16

Es importante ser completamente sinceros

¡Es tan emocionante estar prometidos! Es un periodo muy especial, muy atareado, lleno de familia, amigos y muchísima planificación, es tan divertido como abrumador a la vez. Sí, sin duda tu lista de tareas pendientes es larguísima, pero hay una cosa más que tienes que añadir: una conversación sobre sexo con tu prometido/a.

Por mucho que prefieras centrarte ahora mismo en la búsqueda de vestidos de novia o trajes de novio (y no hay nada malo con deleitarse en esta tarea), es crucial que reserves unas cuantas noches dedicadas al compromiso vital que estás a punto de realizar, incluso fuera de vuestras sesiones de cursos prematrimoniales.

La razón es que, una vez terminado el pastel nupcial, hay una serie de consecuencias reales y maravillosamente complicadas tras dar el “sí quiero”. No dices sí a un día, dices sí a toda una vida con alguien. Y eso, incluye el sexo.

En este periodo como prometidos deberíais esforzaros especialmente en ser totalmente sinceros el uno con el otro. Más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Hablar de sexo con la pareja a veces puede ser difícil, casi tabú, incluso en las relaciones más comprometidas.

Pero en realidad lo único que necesitas es pasar unos cuantos temas de conversación sencillos para superar la vergüenza y llegar a una conversación más profunda y significativa.

Teresa Violette, psicoterapeuta asociada al Instituto CatholicPsych en Nueva York, explica que hay tres preguntas sobre sexo que toda pareja de prometidos debe preguntarse antes de casarse.

Conversar sobre estos tres puntos ayudará a fortalecer el vínculo de vuestro matrimonio, así que intentad no pasar de puntillas a través de ellas debido a la vergüenza, la culpa o incluso a la presión del tiempo. Estas cuestiones sientan la base preliminar para el tipo de confianza y comprensión que queréis cultivar en vuestro matrimonio.

  1. Para ti, ¿cuál es el significado y el propósito del sexo?

Puede parecer una pregunta bastante grande, pero tomáoslo con calma y pensad tranquilamente en cómo definís cada uno de vosotros el sexo. Entre la educación religiosa, las experiencias vitales y las influencias seglares, puede que tu pareja y tú no tengáis la misma percepción del sexo. Por tanto, descubrir cuáles son vuestras verdaderas creencias y pensamientos es el primer paso para la negociación y el alineamiento de vuestras perspectivas, en pos de un matrimonio feliz y sano.

“Reflexionad y procesad juntos e id a cursos de preparación al matrimonio”, dice Violette. “El compromiso mutuo total y fructífero es siempre una elección libre. A menudo hoy en día, en estos tiempos, el sexo se relaciona mucho con el placer egoísta de cada uno”. Pero el sexo no debería ser egoísta.

Así que es importante que habléis de sexo antes del matrimonio y que escuchéis de verdad lo que cada uno tenga que decir sobre el tema. Violette anima a las parejas a abrazar “esa conexión entre dos que se convierten en uno”. Vuestras necesidades individuales son importantes por igual, con la idea de que estáis juntos en vuestro matrimonio.

2. ¿Qué preocupaciones médicas tienes?

El sexo marital está basado en la conexión espiritual, pero el cuerpo sigue teniendo una gran importancia. Por eso Violette recomienda visitar a un médico para determinar si ambos estáis físicamente sanos y si no sufrís ningún problema para tener relaciones sexuales.

“Sobre todo si hay impotencia”, explica la terapeuta, señalando que la salud física es algo más que las ETS. “Esto supondría la incapacidad para participar en la unión marital. Es bueno que un médico haga un seguimiento para descubrir la causa subyacente y pasar por una intervención médica [si tu marido la necesita]”.

De igual forma, Violette explica que deberíais evaluar si estáis capacitados para tener hijos. Si tu prometido o tú os sometisteis en el pasado a un procedimiento médico “con el propósito de la infertilidad”, ¿todavía mantenéis esa decisión? ¿Hay forma de revertir la operación si quisierais tener hijos?

Estas y otras cuestiones son las que debéis tratar mutuamente y con vuestro médico, para que tengáis una imagen completa de las capacidades físicas del otro y también de vuestras limitaciones como marido y mujer.

3. ¿Qué debería saber de tu historia sexual?

Al margen de las creencias religiosas, la realidad es que muchas personas no esperan hasta el matrimonio para ser sexualmente activos. Dicho lo cual, esto no quiere decir necesariamente que permanecer virgen hasta el matrimonio sea imposible o que una pareja prometida no haya estado esperando por el otro.

Lo cierto es que la historia sexual de cada persona es única, así que tu prometido debería tener una idea de cuál es la tuya, y viceversa. Esta parte de la conversación puede ser especialmente sensible, así que tened en cuenta que el propósito no es suscitar vergüenza ni celos.

Responder a esta pregunta facilita crecer en unidad, en conexión y en la comprensión de la otra persona”, dice Violette. Cuando te casas con alguien, abrazas a esa persona por completo tal y como es.

Aquello que reveles y hasta dónde llegues en tus explicaciones depende de ti. Lo fundamental es formar lo que Violette denomina una “línea abierta de comunicación”.

“De verdad creo que se puede conversar sobre prácticamente todo siempre y cuando haya respeto”, afirma. “Cualquier tipo de vergüenza en el historial sexual de uno sería muy inapropiado. El objetivo es la unidad. [Hablar las cosas ayudará a reducir] los obstáculos para lograr una unidad en vuestro matrimonio”.

Aunque Violette sí aconseja ser precavidos a la hora de entrar en demasiados detalles. “Creo que hay recuerdos que no tienen por qué ser revividos”, explica, a lo que añade que es sobre todo el caso especial de los supervivientes de abusos sexuales.

En este sentido, si tú o tu prometido habéis sufrido agresiones sexuales, Violette recomienda que vayáis a recibir tratamiento psicológico y postraumático para ayudaros a sanar y corregir potenciales problemas en vuestro matrimonio. No es algo fácil de superar y no hay ninguna vergüenza en recurrir a ayuda externa.

También deberíais plantearos buscar ayuda profesional si tú o tu prometido sois adictos a la pornografía (un problema muy real y grave para algunas personas hoy en día).

“Las relaciones pueden ser muy poderosas para una curación emocional”, explica Violette. “Pero [si os enfrentáis a problemas médicos o emocionales], recurrid primero a la atención profesional de un terapeuta”.

Puede que abordar cuestiones sexuales no sea pan comido, pero os ayudará a prevenir malentendidos que oxiden vuestro vínculo más adelante y os acercará mucho más a ti y a tu prometido.

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