Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 29 marzo |
San Eustasio, obispo - Viernes Santo
Aleteia logo
Desde Roma
separateurCreated with Sketch.

El hambre todavía tiene rostro de niño

Niño refugiado negro, hambre y pobreza

UNICEF/Marco Dormino CC

Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 14/10/16

Entrevista al Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO en el Día Mundial de la Alimentación

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

El hambre es cruel, sobre todo, porque, en innumerables casos, tiene rostro de “niños que se van a la cama, cada noche, sin llevarse nada al estómago. Los hambrientos son muchos pero, por desgracia, su dolor no llama la atención. Nos hemos acostumbrado. Las estadísticas del hambre da la impresión que ya no impactan. A menudo, caen en nuestra alma y resbalan, dejándonos indiferentes, insensibles”.

Lo explica a Aleteia Fernando Chica Arellano, Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el PMA (Programa Mundial de Alimentos) y el FIDA (Fondo para el Desarrollo Agrario), que son las Organizaciones de las Naciones Unidas en Roma para la Alimentación y la Agricultura.

El Día Mundial de la Alimentación nos tiene que llevar, ante todo, a reflexionar, pero igualmente a actuar.

Niño refugiado en el agua
Alba Soler CC

«El número de hambrientos en el mundo es escalofriante: casi 800 millones de hermanos nuestros pasan hambre, muchos de ellos son niños”, reitera Chica Arellano a propósito de esta jornada especial que se celebra este domingo, 16 de octubre, bajo el lema El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también.

El diplomático de la Santa Sede explica que «hablar de hambre es hablar de personas con un rostro lacerado, con historias truncadas. Los hambrientos no son entes abstractos. Son personas que lloran y se desesperan; son personas que no solamente encontramos en los países más deprimidos de la Tierra, las encontramos también en los países desarrollados».

Niño refugiado pobreza
IHH Humanitarian Relief Foundation CC

«Entonces, lo primero que esta jornada nos está diciendo a todos, también a la comunidad internacional, es que ante la tragedia de los hambrientos no podemos evadirnos, no podemos mirar hacia otra parte”, abunda el prelado.

“El hambre afecta a muchas personas que son tan de carne y hueso como usted y yo. Por tanto, yo me pregunto: ¿Qué está pasando para que un mundo tan avanzado en ámbitos científicos, en descubrimientos tecnológicos, vea una cantidad enorme de personas que mueren de hambre entre lágrimas, impotencia y amargura? ¿Cómo explicar que unos pocos tengan tanto y, en cambio, la única posesión de muchos hermanos nuestros sea el hambre y la miseria?«, plantea.

«Esto no nos puede dejar dormir. Es algo que verdaderamente no nos debe dejar como si nada pasara, petrificados ante un flagelo de estas dimensiones, como si fuéramos unos trozos de mármol”.

Chica Arellano apunta asimismo que este Día Mundial de la Alimentación es “un granllamamiento a la responsabilidad, dirigido no sólo a los foros internacionales, no sólo a los organismos e instituciones estatales, regionales, locales; no sólo a los gobiernos».

«En la lucha contra el hambre toda contribución es válida. Es un problema que hemos de solucionar entre todos, cooperando. Todos hemos de poner lo mejor de nuestra parte para erradicar este flagelo, para solucionarlo», afirma.

«Esta Jornada llama a las puertas de cada uno de nosotros, de todos y cada uno en particular -añade-. Y nos está diciendo a usted y a mí: Da un paso al frente. Muévete. Por tanto, que esta Jornada nos haga plantearnos: ¿Qué voy a hacer yo, en primera persona, para ayudar a los hambrientos, que son hermanos nuestros que sufren?”.

Niño refugiado en Etiopía
UNICEF Ethiopia/Ayene CC

“Y es que erradicar el hambre es un compromiso muy serio. Por ello, la colaboración es esencial. Cada uno tiene su parte. Y no bastan las palabras, o las meras declaraciones. Esto es importante, pero no suficiente. Se requiere voluntad política. Son precisas soluciones y medidas urgentes, eficaces y concretas. Los pobres no pueden esperar más. Hay que actuar ya. A niveles grandes y globales, pero también, como habla el papa Francisco en la Laudato sí, con gestos pequeños y cotidianos”, reitera Fernando Chica.

El mundo pretende lograr el Hambre Cero en 2030. Sin embargo, el diplomático de la Santa Sede afirma que lo ideal y lo perentorio sería acabar con ella mucho antes.

“Del hambre se tendría que hablar sólo en los libros de historia. El hambre debería de ser una pieza de museo. Habría que mencionar esta tragedia solamente como de algo que se daba en un pasado pretérito, remoto. Que se dijera: ¡Hubo hambre, pero hoy ya no la hay!».

«Ni hoy, ni mañana, ni nunca más. Por esto es tan fundamental la colaboración de todos. Si todos colaboramos, podemos hacer que esta generación sea la generación del hambre cero”, afirma.

Niño refugiado con fuerza
Feed My Starving Children CC

Por otra parte, y abundando en estas cuestiones, Fernando Chica Arellano indica que “la visión del magisterio eclesial pone de relieve la necesidad de acciones capaces de contribuir a la seguridad alimentaria y a mejores niveles de nutrición de los cuales puedan beneficiarse especialmente los sectores más vulnerables de las poblaciones y los países con bajos ingresos y déficit alimentario.

Esto significa, por ejemplo, procurar un tipo de producción sostenible, alimentos seguros, nutrientes y culturalmente accesibles, pero sobre todo la reducción de las pérdidas y los desperdicios de alimentos, que ahora alcanzan el 26% de la producción total de alimentos.

Disminuir pérdidas lleva consigo tener instrumentos técnicos y estructuras eficaces y que funcionen, pero también ser conscientes del bien que se puede hacer con una mayor disponibilidad de alimento”, constata.

Sobre el desperdicio de alimentos, que es asimismo muy importante para acabar con el hambre, dice Chica: “Eliminar los desperdicios significa cambiar nuestro estilo de vida, aprender a ser sobrios, a consumir lo que necesitamos efectivamente, evitando así tirar tanta comida».

Y concluye: «¿Cuántas veces lo hemos hecho sin darnos cuenta?, ¿o no dándole la importancia que tiene, olvidando las consecuencias que esto comporta sobre cuantos sufren el hambre?”.

Niño refugiado y burrito pobreza
UN Photo/Albert Gonzalez Farran
Tags:
alimentaciónhambreniñospapa franciscopobreza
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.